
El fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, advierte que el Corredor Bioceánico podría ser la puerta de entrada para nuevas organizaciones criminales en Chile, aprovechando la ruta directa entre el Puerto de Santos y los puertos chilenos en Antofagasta. «El Corredor Bioceánico podría ser la puerta de entrada de nuevas organizaciones criminales si no se toman las medidas adecuadas», señala.
Castro Bekios expresa su preocupación por la posible llegada de bandas peligrosas, como el Primer Comando Capital y el Cartel de Jalisco Nueva Generación, que podrían aprovechar la infraestructura del corredor para expandir sus operaciones en Chile. «Se les está abriendo el camino, por lo que se requieren medidas proactivas», enfatiza.
El fiscal regional destaca que el mayor riesgo de seguridad es que el corredor permita la instalación de estas bandas en Chile, lo que podría generar un aumento en los riesgos asociados al tráfico de drogas, trata de personas y tráfico ilícito de migrantes. Según Castro Bekios, «el crimen organizado se combate con persecución penal, con análisis criminal, con inteligencia y, además, con cooperación internacional».
LA AMENAZA EN EL VECINDARIO Y EL PAPEL DE LA FISCALÍA
Castro Bekios advierte que las bandas que podrían ingresar a Chile son «tremendamente violentas» y traen consigo «otro tipo de consecuencias», como el aumento de la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes. «Aumentan no sólo los riesgos asociados al tráfico, sino que también trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, tráfico de armas», señala.
El fiscal regional considera que la Fiscalía debe ser parte activa en la planificación y ejecución de medidas para prevenir la instalación de organizaciones criminales en la región. «No ha existido contacto al respecto» con la Fiscalía, señala Castro Bekios, y agrega que «probablemente, si interviniese el Ministerio Público no sería así» la forma en que se abordan las medidas de seguridad.
EJEMPLOS A EVITAR
Castro Bekios cita el ejemplo de la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina, donde «los esfuerzos de fiscalización han hecho imposible parar con el contrabando y detener el tráfico de armas». «La mejor experiencia que uno tiene que mirar para que justamente no nos pase lo mismo», señala.
El fiscal regional propone fortalecer los servicios fiscalizadores en fronteras, potenciar la policía marítima y mejorar las capacidades y recursos de la Unidad de Análisis Financiero. «Es muy importante avanzar en potenciar una policía marítima», enfatiza.
Además, sugiere que se debe fortalecer el trabajo con funcionarios públicos que estarán a cargo de los controles y mejorar la coordinación con unidades especializadas en investigación patrimonial.