Una ola de críticas ha generado la reciente declaración del gerente general de Enel Chile, Giuseppe Turchiarelli, al abordar las fallas en el suministro eléctrico registradas durante el pasado agosto. En un evento empresarial, el ejecutivo comparó la situación vivida en Chile con apagones en Estados Unidos, señalando que en Florida las personas “se han quedado dos semanas sin luz y nadie se ha quejado”. Estas palabras han sido calificadas de insólitas por diversos sectores.
Los prolongados cortes de luz, que afectaron a miles de familias en la Región Metropolitana y otras zonas del país, tuvieron un impacto profundo. En algunos casos, los afectados estuvieron más de 15 días sin suministro eléctrico tras el paso de un fuerte temporal, y lamentablemente se registró el fallecimiento de tres pacientes electrodependientes. Esto llevó al inicio de un proceso de caducidad de la concesión de Enel.
El gerente de Enel defendió la gestión de la empresa durante un evento llamado Capital Market Day, argumentando que “eventos de este tipo no se pueden gestionar” y que incluso en Estados Unidos no han logrado soluciones efectivas frente a emergencias similares. Estas palabras generaron rechazo entre autoridades y parlamentarios, quienes cuestionaron la pertinencia de estas comparaciones.
Desde el Gobierno, el ministro de Energía señaló que distribuidoras como CGE y Saesa realizaron un despliegue significativamente mayor que Enel durante la emergencia. Según el análisis, estas empresas lograron tiempos de reposición mucho mejores gracias a una mayor asignación de recursos y personal.
Además, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) criticó las declaraciones de Turchiarelli, señalando que no solo son inoportunas, sino que tampoco contribuyen al avance de las negociaciones en un contexto crítico para los afectados por los cortes de suministro. Las palabras del gerente general de Enel han reavivado el debate sobre la responsabilidad de las distribuidoras eléctricas en el país.