Padres y apoderados del Liceo Bicentenario Domingo Santa María de Iquique realizaron una manifestación a las afueras del establecimiento, con el objetivo de expresar su descontento por las condiciones en las que se encuentra el colegio. La protesta se acompañó de la entrega de un petitorio dirigido tanto a la administración del liceo como al Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Iquique, denunciando una serie de problemas que afectan a los estudiantes.
El petitorio presentado por los apoderados incluye la solicitud de una sala de contención para los estudiantes que atraviesen crisis emocionales o desregulaciones, especialmente aquellos con condiciones especiales. Además, piden que cualquier cambio en los asistentes asignados a estos niños se informe con antelación y claridad, asegurando la continuidad y estabilidad en su atención.
Otro punto importante del petitorio es la situación de la pre básica, donde los apoderados señalaron la falta de un baño adecuado y espacios apropiados para los niños que aún utilizan pañales, como mudadores. También manifestaron su preocupación por las deficiencias en la infraestructura, mencionando que el ascensor del colegio, esencial para estudiantes con movilidad reducida, no siempre está operativo.
En cuanto a las condiciones de las salas de clases, los apoderados indicaron que algunas de ellas se encuentran cerca de cámaras de desagüe, lo que provoca malos olores que afectan a los estudiantes y docentes. Además, señalaron problemas con la infraestructura en general, como puertas en mal estado, pisos sin baldosas y la falta de materiales de trabajo adecuados para la enseñanza y el aprendizaje.
Frente a estas demandas, el Liceo Bicentenario Domingo Santa María señaló su disposición al diálogo y a buscar soluciones. El encargado de Convivencia Escolar, Osvaldo Urra, inició una instancia de conversación con una de las representantes de los apoderados, con el objetivo de establecer una mesa de diálogo y seguir el conducto regular para abordar las preocupaciones planteadas.
La comunidad de apoderados espera que esta mesa de diálogo resulte en mejoras concretas para las condiciones del establecimiento, especialmente en lo que respecta a la infraestructura y el apoyo a los estudiantes con necesidades especiales. La situación se mantiene en observación, mientras las familias de los alumnos buscan que sus demandas sean atendidas de manera adecuada y pronta.