La migración se ha convertido en un tema central en la agenda de seguridad y políticas públicas de la región de Tarapacá. José Antonio Kast, en entrevista con Vilas Radio, lanzó una fuerte crítica al funcionamiento del albergue de Lobito en Iquique, señalándolo como un problema que afecta la calidad de vida de los residentes locales. «Lo que está ocurriendo en el albergue de Lobito es una vergüenza, porque se le da de todo a los migrantes, financiado por los chilenos», afirmó enérgicamente.
La declaración de Kast se produce en un contexto de creciente tensión entre los habitantes de la región y la población migrante. Según él, la situación ha escalado a niveles críticos, con hechos de violencia que, a su juicio, no han sido enfrentados de manera adecuada por las autoridades. «Hoy día se conoce un nuevo homicidio en Pozo al Monte, y es cosa de todos los días. La autoridad normaliza esta situación y eso es indolencia», añadió.
En su intervención, Kast subrayó la necesidad de medidas más estrictas para controlar la inmigración irregular. Propuso la implementación de barreras físicas y controles más exhaustivos. «En 2017 planteamos la idea de una zanja en Colchane y fui objeto de burla, pero la realidad es que los habitantes sufren robos y asaltos en sus propias casas. Hoy necesitamos algo más que eso: control aéreo y drones para vigilar la frontera», explicó.
El excandidato presidencial también criticó la respuesta del gobierno ante la crisis migratoria y de seguridad, señalando una falta de coordinación y voluntad política. «Tenemos una crisis desde 2020, pero no hay un plan concreto para enfrentarla. Las Fuerzas Armadas deberían tener un papel más activo, pero primero hay que cambiar la legislación para que tengan las herramientas adecuadas», sostuvo Kast.
La situación en el albergue de Lobito fue uno de los puntos más álgidos de la entrevista. Vecinos del sector han denunciado un aumento de robos y la presencia de campamentos improvisados. Kast indicó que «no puede ser que los migrantes entren y transiten por Chile como si fuera su casa. Es necesario implementar un control más riguroso y utilizar espacios públicos para albergar a quienes ingresan de manera ilegal».
Según Kast, la solución pasa por reubicar a los migrantes en campamentos vigilados hasta que se resuelva su situación legal. «Los migrantes deben quedarse en recintos cerrados y no salir hasta que se regularicen o sean expulsados. No podemos seguir permitiendo que se establezcan en las ciudades sin control», argumentó.
La crítica también se extendió a la gestión del gobierno local y nacional en materia de seguridad y control migratorio. «La calidad de vida de nuestros compatriotas se ve afectada. Las autoridades no han sido capaces de dar una respuesta efectiva. Es hora de que asuman su responsabilidad y tomen decisiones valientes», expresó Kast.
El impacto de la inmigración y la falta de una política clara han afectado la percepción de seguridad en la región de Tarapacá, especialmente en Iquique, donde la presencia de migrantes irregulares en espacios públicos ha generado malestar entre los residentes. Kast insistió en que «la única forma de enfrentar esta situación es con control total de la frontera y una política migratoria coherente».
Las declaraciones de José Antonio Kast instan a un permantente debate sobre la crisis migratoria en el norte de Chile.
