La presidenta del Colegio Médico, Anamaría Arriagada, hizo un llamado urgente a las autoridades para reforzar la protección de los funcionarios de salud, luego de los graves incidentes de violencia ocurridos en la región Metropolitana. En el Cesfam Cardenal Raúl Silva Henríquez, el personal fue amenazado de muerte por atender a dos personas baleadas, lo que derivó en la suspensión de las atenciones. Además, dos funcionarias del Cesfam Juan Pablo II en San Bernardo sufrieron una encerrona.
Arriagada destacó la gravedad de estos eventos, señalando que «estos dos hechos son gravísimos, y hasta hoy tienen interrumpida la atención de salud de una población que además es vulnerable”. Esto afecta directamente a personas que dependen de los servicios de estos centros de salud, generando una preocupación generalizada en la comunidad médica.
La presidenta del Colmed expresó su frustración ante la falta de acciones concretas por parte de las autoridades. “Hemos tenido reuniones con múltiples autoridades de salud (…) participamos en las mesas de seguridad, pero requerimos hoy una respuesta concreta de protección contra la violencia creciente que viven lamentablemente nuestros profesionales de la salud”, subrayó Arriagada.
Finalmente, la líder gremial fue enfática en su mensaje: “No podemos permitir que alguien muera brindando salud o esperándola”. Con estas palabras, Arriagada dejó claro que la seguridad de los trabajadores de la salud debe ser una prioridad para evitar tragedias mayores.