Tal como lo lee. La medida que buscaba que los internos no se comunicaran con personas en el exterior, a fin de evitar la organización y reorganización de bandas criminales, así como los delitos que se comenten desde el interior de los centros penitenciarios, y que lleva un mes de funcionamiento en la Región Metropolitana, tendría un 30% de los inhibidores de señales funcionando de forma intermitente.
Esto, según denuncia un grupo de parlamentarios a la Contraloría General de la República, pues los inhibidores de señales “no estarían operativos, funcionando sólo en horario de almuerzo del personal de Gendarmería, desde el mediodía hasta las 14:00 horas, aproximadamente”.
Por lo tanto, concluyen en la denuncia presentada, “no se estaría logrando la neutralización o interferencia efectiva de las señales”.
Si bien las autoridades no han entregado mayores detalles sobre la medida, se sabe que busca acabar con una práctica que las personas privadas de libertad llevan realizando hace años. Además, trabajan en medidas de prevención para «evitar cualquier tipo de inconveniente» vinculado a la resistencia por parte de los internos.
INHIBIDORES
Hace un mes, el Ministerio de Justicia confirmó la instalación de inhibidores de señal al interior de los recintos penitenciarios. Así lo confirmó el jefe de la cartera, Luis Cordero: “La etapa de instalación de la primera fase está en etapa de desarrollo, de prueba. Y las licitaciones que vienen para los penales que siguen, también”.
Actualmente, los inhibidores funcionan en tres cárceles de la Región Metropolitana.