La Compañía de Jesús emitió un comunicado este viernes, el que señala la expulsión del sacerdote Felipe Berríos de la congregación religiosa. La determinación fue tomada luego de la finalización del proceso canónico, el que fue abierto por denuncias de siete mujeres por actos de índole sexual en 2022.
En concreto, a Berríos se le prohíbe el ejercicio público de sacerdocio y todo contacto pastoral con menores de edad. La sanción tendrá una vigencia de 10 años.
«Como Compañía de Jesús, con humildad pedimos perdón a las víctimas, sus familias y cercanos por el dolor causado. Hechos como estos jamás deberían ocurrir. Confirmamos nuestro compromiso por seguir trabajando incansablemente por el cuidado de toda persona para que los abusos no tengan cabida al interior de nuestras instituciones», sostiene el escrito.
Cabe recordar que en abril de 2022, Felipe Berríos, el fundador de Techo, fue denunciado en la Compañía de Jesús por “hechos de connotación sexual”. En agosto de ese año, la investigación previa canónica realizada a partir de esa presentación determinó que las acusaciones su contra resultaron “verosímiles”. Frente a ello, el Vaticano instruyó a los jesuitas un proceso administrativo penal en contra de la figura de mayor conocimiento público de la congregación en Chile.
Dante Simón, vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, fue designado para evaluar las pruebas y argumentos recogidos en la investigación previa canónica realizada por la abogada María Elena Santibáñez, recabar eventuales nuevos antecedentes y recibir la defensa del acusado.
Con todo lo anterior, se sostuvo que, «el Padre General pudo establecer que Felipe Berríos es culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad y de delitos de solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento, durante o con ocasión de la confesión».
Si bien Berríos había presentado su renuncia a la Compañía de Jesús, no había solicitado la dimisión. En una carta a cercanos criticó a la congregación manifestando que no le habrían dado apoyo en el proceso en su contra. Por ello tomó la decisión de dejar la orden religiosa en la que ingresó en 1977 con 21 años de edad- para retornar al campamento Luz Divina, en el sector de La Chimba de Antofagasta.
No obstante, luego de siete meses sin ejercer, decidió terminar con la restricción renunciando a la Congregación para volver a vivir al norte del país.
Ante los hechos ocurridos, desde Jesuitas Chile, añadieron que ambas sanciones podrán ser apeladas, y que tanto las víctimas como Felipe Berríos ya fueron notificados de esta decisión.