Lo que era sólo un posible ya es un hecho, y es que durante esta tarde, se confirmó la llegada de Ricardo Gareca al banco de la Selección Chilena de Fútbol. La presentación se realizó por medio de un video subido por la ANFP donde en una imagen del Estadio Nacional, aparece un ruido y unos ojos de un tigre, haciendo alusión al apodo felino de Gareca.
El entrenador llegó a un completo acuerdo para asumir la dirección técnica de la Roja y comenzar así a enmendar el camino que apunta hacia el Mundial de 2026.
El contrato se habría sellado hace algunos días, donde la ANFP accedió a pagarle al técnico los US$ 3,5 millones anuales que solicitaba, en un contrato que tiene como primera fecha límite el fin de las Eliminatorias. Se renovará automáticamente si Chile consigue la clasificación a la cita global que organizarán Estados Unidos, México y Canadá en 2026.
Hasta ahora, la Roja figura en el octavo puesto, con escuálidos cinco puntos, aunque el formato ofrece cierto optimismo: seis escuadras sudamericanas clasificarán directamente y una puede entrar a través del repechaje. De ahí que la intención sea mejorar inmediatamente el nivel del equipo nacional con la contratación del nuevo entrenador.
El trabajo para Gareca comenzará de inmediato, con un atractivo desafío en la agenda: minutos antes de que la ANFP anunciara su fichaje, la federación francesa había anunciado formalmente el enfrentamiento entre Les Bleus y la Roja, en Marsella. Para ese choque, el Tigre podrá contar con los mejores futbolistas nacionales disponibles, pues se enmarca en la fecha FIFA de marzo. Lo mismo sucede en el caso del equipo de Didier Deschamps, lo que le da un cariz especial al estreno del entrenador.
UN PERFIL QUE SEDUCE
De Gareca entusiasmaba el perfil que les da a sus equipos, algo más ofensivo que lo que mostró la Roja con Berizzo. Y, principalmente, la efectividad de su propuesta, que logró llevar a Perú al Mundial de Rusia en 2018 y lo tuvo batallando para insertarse en Qatar 2022, aunque sin éxito.
Gareca, de hecho, había sido uno de las opciones que había barajado la dirigencia cuando se produjo el fin del ciclo de Martín Lasarte. Sin embargo, como los calendarios de ambos no cuadraron, se optó por asegurar al Toto.