Raúl Arancibia, fiscal regional de Tarapacá hace algunas semanas fue nombrado como fiscal preferente para investigar los últimos homicidios en la zona, debido a ello, comentó que hay algunas complicaciones para conseguir buenos resultados en estos casos y que hay poca colaboración de algunos países.
El año 2023 para la región de Tarapacá en materia delictual ha sido compleja, ya que hasta hoy se registran 12 homicidios, los que se concentran principalmente en las comunas de Iquique y Alto Hospicio, generando temor en la ciudadanía, debido a ello el fiscal regional Raúl Arancibia entrega algunas claves de lo que sucede.
El fiscal también informó que hay poca colaboración de algunos países vecinos de donde provienen las personas que ingresan ilegalmente al país, “ya el peruano y boliviano es para nosotros más conocido, pero a nivel de otras nacionalidades a veces esto se complica”, cuenta.
Y reconoce que es difícil poder lidiar con un número importante de imputados que son extranjeros, porque “si no son detenidos en flagrancia, cuando la persona está cometiendo el delito o lo acaba de cometer, se hace difícil. Si se tiene que hacer una investigación, “ahí se recurre a distintos elementos: las cámaras de seguridad, eventuales testigos, redes sociales, etc.”, detalla.
Además, agrega que la búsqueda es mucho más difícil porque incluso eventualmente “podríamos tener huellas digitales, pero no hay como compararlas con alguien, no tenemos cómo hacer cotejos de huella cuando éstas no están registradas en nuestro país”, expresó.
En cuanto a las amenazas que sufren algunos fiscales, Arancibia comentó que, efectivamente los fiscales, cerca de un 35%, reconoce haber sido víctima de amenazas por la situación que se vive. Indicando, además, que es grave lo que pasa y advierte que los fiscales no pueden “seguir pensando que estas cosas no nos ocurren a nosotros (…) los tiempos cambiaron” y hace un llamado al autocuidado.
Así también expresó que siempre han existido ciertos problemas en materia de amenazas. “A veces uno ha sido insultado o blanco de amenazas que le tiran al pasar o en la salida de alguna audiencia… yo mismo he sufrido algunas cosas de ese tipo saliendo de un juicio oral”, confirmó.
Finalmente, el fiscal regional comentó que hay otro tipo de amenazas que podrían ser más serias, si se demuestra la animosidad real de causar un daño a un fiscal o la fiscalía. “Ese tipo de amenazas no son tan comunes, pero por supuesto pueden ocurrir. De repente en redes sociales se leen algunas cosas, pero a mí me preocupan más aquellas amenazas que no existen, o sea, que no se verbalizan”, puntualizó.