En Chile, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte. Más de una cuarta parte de todos los fallecimientos registrados cada año, alrededor de 30 mil en total, se deben a estas patologías.
La hipertensión es un factor de riesgo importante a considerar para las enfermedades cardiovasculares. Las personas diagnosticadas con hipertensión arterial tienen una presión persistentemente elevada en los vasos sanguíneos, por lo que el corazón debe realizar un mayor esfuerzo.
La sangre se distribuye desde el corazón a todo el cuerpo por medio de los vasos sanguíneos. Con cada latido, el corazón bombea sangre a los vasos. La tensión arterial se genera por la fuerza de la sangre que empuja las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) cuando el corazón bombea. Cuanto más alta es la tensión, más dificultad tiene el corazón para bombear.
La hipertensión es un trastorno médico grave que puede elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cerebrales, renales, entre otras.
Lamentablemente la mayoría de las personas con hipertensión arterial no saben que tienen este problema médico porque generalmente no perciben ninguna señal de advertencia ni experimentan síntomas. Por este motivo, la hipertensión se conoce como el asesino silencioso. Si bien un profesional de la salud puede detectarla de manera rápida y sencilla, muchísimas personas no son conscientes de que tienen o corren el riesgo de tener la presión arterial alta.
En Chile la hipertensión arterial afecta, aproximadamente, a uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres.
La hipertensión se puede prevenir o puede ser pospuesta a través de un grupo de intervenciones preventivas que es muy importante desarrollar.
Por tanto, las principales medidas a considerar en la prevención y control de la hipertensión arterial son: reducir la ingesta de sal (a menos de 5 g diarios); consumo diario de frutas y verduras; realizar actividad física con regularidad; no consumir tabaco; reducir el consumo de alcohol; limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y eliminar/reducir las grasas trans de la dieta.
El control de la hipertensión consiste en reducir y gestionar el estrés y medir periódicamente la presión arterial. Aunque en muchas ocasiones es el médico de familia quien detecta en los chequeos periódicos las irregularidades en los niveles de tensión, será el especialista cardiólogo quién realizará el proceso de diagnóstico y seguimiento del paciente.
Recuerde siempre que reducir los niveles de hipertensión arterial en la población se traduce en prevenir infarto agudo al miocardio; accidentes cerebrovasculares y daños renales, además de otros problemas de salud.
Patricia Donoso Elices, Directora de Escuela de la Facultad de Enfermería UNAB Sede Viña del Mar.