Debido a que el pasado lunes en la localidad de Puno fallecieran 17 personas enfrentamientos con las fuerzas de orden, el Gobierno del presidente Gabriel Boric manifestó su preocupación por la crisis que vive el vecino país.
Es así como las personas que han fallecido debido a los enfrentamientos han llegado a 46 desde que se iniciaron las protestas el pasado 11 de diciembre. La cancillería chilena hizo un llamado a las autoridades del vecino país “a garantizar los derechos fundamentales de la población, respetando las reglas del uso proporcional de la fuerza en el control de las manifestaciones y asegurando que los organismos correspondientes realicen las investigaciones que conduzcan al necesario esclarecimiento de los hechos y las responsabilidades involucradas en los recientes sucesos», expresó el comunicado.
Dentro de la declaración, se solicitó a todos los actores políticos y sociales a “abrir las puertas a un diálogo inclusivo, pacífico y democrático que permita dejar atrás la violencia que ha marcado estas jornadas», detallaron.
Además, la cancillería Chilena manifestó que el Gobierno de Boric está dispuesto a «acompañar cualquier esfuerzo de diálogo para que la sociedad peruana en su conjunto pueda construir los acuerdos que necesite para superar esta difícil situación», indicaron.
Estos conflictos se han desarrollado principalmente porque los manifestantes en Perú exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, quien asumió el cargo una vez que se aprobó la destitución de Pedro Castillo, expresidente del país. Además, se suma la petición de cerrar el Congreso, el adelanto de elecciones en 2023 y una nueva constitución, entre otros reclamos.
