En pleno centro de Iquique se ubica la caleta Riquelme, a un costado del puerto de la ciudad y del museo Corbeta Esmeralda hace poco más de una década inaugurado, este recinto hoy cuenta con un sector de cocinerías, puestos de ventas de pescados y mariscos además de la venta de estos productos marinos de la propia mano de sus pescadores.
Ricardo Williamson, presidente de la Corporación de Caleta Riquelme, en conversación con Vilas Radio, comentó que hoy la caleta “pasa por un momento muy difícil”, el desgaste que tiene la caleta es natural, “esos arreglos se hacen cada dos o tres años y aquí no se ha hecho. Hoy su capacidad se encuentra en un 40% de operatividad”, explicó.
Frente a esta situación, el dirigente indicó que este jueves sostendrán una reunión junto con el ministerio de Obas Públicas (MOP), la Gobernación Marítima y la Capitanía de Puerto, para discutir el proyecto que aún no entrega el MOP para realizar las mejoras necesarias que requiere el emblemático recinto. “hasta el momento no hemos visto ningún proyecto o licitación abierta para concretar la remodelación que necesitamos”, expresó.
Además, enfatizó que “la seremi tiene claras cuales con los requerimientos que se necesitan en el lugar”, y detalló que esto le ha generado bastantes problemas no solo a los pescadores, sino también a los lancheros del Muelle Prat, “hemos tenido que ir a dejar las embarcaciones a Caleta Cavancha, porque aquí el acceso es muy complejo, eso nos ha perjudicado mucho”, enfatizó.
Dentro del detalle de lo que sucede el dirigente expresó que tiene arena por todas partes y que eso es por el deterioro del tiempo y que los buzos mariscadores son los más afectados. “El mantenimiento es muy necesario, lo que más se necesita son los varaderos, el sector donde están las embarcaciones y ese es el corazón de la caleta”, enfatizó.
Según Williamson, el último arreglo fue después del tsunami, “el gobierno lo tiene que hacer y no lo han hecho estamos a la espera”. Hoy los pescadores y los buzos están trabajando en un puro sector, “en el lado norte está todo embargado, es playa. No tenemos entradas a la caleta para poder financiarla, porque la mayoría de las embarcaciones se van a varar a Cavancha y no tenemos entradas nosotros.
El único ingreso económico que tienen es cuando “la embarcación llega nosotros les cobramos por su estadía, cuando las arreglan y con eso nos damos vueltas para sostenerla, porque es sin fines de lucro”, detalló.
Los lancheros también van a Cavancha, «ahí tenemos un espacio pequeño para embarcaciones pequeñas, los más perjudicados son los buzos mariscadores porque en el sector de ello no pueden operar, tienen que estar encima de los pescadores”, afirmó.
En cuanto a la seguridad del lugar, Williamson manifestó que ese es otro de los grandes problemas que tienen, pues en el sector que hay entre el Museo Corbeta Esmeralda y la caleta, “hoy se ha convertido en un campamento, el lugar está lleno de migrantes, todo está cochino y hay muy malos olores, la municipalidad los saca, pero vuelven a llegar”, expresó.
