En un día como hoy, hace 143 años, en Pisagua el 2 de noviembre de 1879, el desembarco del ejército chileno permitió la ocupación de la provincia de Tarapacá y de sus cantones salitreros. Por lo que durante esta fecha se conmemora y se rinde homenaje a todos aquellos héroes patrios que defendieron los colores de nuestra bandera.
2 DE NOVIEMBRE DE 1879.
Ocho meses después de la ocupación de Antofagasta, al ejército chileno de operaciones, quien hasta entonces se mantuvo en una constante puesta en condiciones para enfrentar la inminente campaña, disciplinando, entrenando y equipando a su gente, por fin le llegó su hora de actuar. Solo una vez que los aprestos estuvieron listos, pudo este ejército ponerse en marcha para iniciar sus acciones, inaugurando de este modo la Campaña de Tarapacá.
La planificación preparada el día anterior consideraba que se recalaría a Pisagua y Junín a las 04:00 horas del día 2 de noviembre. Sin embargo, por errores en la estima o debido a corrientes marinas, el convoy recaló a las 07:00 de la mañana, y en consecuencia, el bombardeo que estaba previsto efectuarlo a las 04:30, comenzó a las 07:15 horas.
A las 08:00, los buques de la Escuadra ya habían silenciado a los fuertes. Las 17 embarcaciones menores en que desembarcarían los infantes no estuvieron listas hasta las 10:00, largándose desde el Amazonas con 450 hombres y no con 900 como había sido planificado el día anterior.
En base a ello, grandes dificultades tuvieron para hacer regresar a los botes en búsqueda de nuevas tropas desde los transportes, ya que los bogas, llevados por su espíritu combativo, se unían a los infantes y cargaban contra el enemigo.
Finalmente se logró desembarcar al segundo y tercer grupo de infantes, siempre bajo el fuego enemigo desde las alturas.
El asalto al cerro se inició por el camino en zigzag que llega al Alto del Hospicio. La gran dificultad para los chilenos fue trepar, en un día muy caluroso, posiciones escalonadas con mucha gradiente.
Los mineros del Atacama se distinguieron en la acción, tanto por su fiereza como por su entusiasmo logrando llegar al Alto en menos de dos horas. A las 15:00 Pisagua caía en poder de los chilenos.
El desbande del enemigo fue total. Especial mención se hizo de la bravura con que resistieron las tropas bolivianas.
Las bajas chilenas fueron 58 muertos y 173 heridos, equivalentes a menos del 1% de las tropas participantes de la acción.” En cambio, “las tropas aliadas derrotadas y rechazadas, tuvieron un total de bajas, entre muertos, heridos, prisioneros y dispersos de 750 hombres, vale decir sobre el 60%.
En conclusión, se reconoce a esta acción como el primer ataque anfibio de las guerras modernas. La gran consecuencia de esta acción de armas es que, con Pisagua en sus manos, el Ejército de Chile quedó asentado en territorio enemigo, en un punto que podía ser sostenido desde Antofagasta y Valparaíso y que le permitiría adentrarse aún más en la región de Tarapacá.
