La fe en San Lorenzo de Tarapacá está basada en las tradiciones e historias de sus propios fieles, quienes han ido traspasando a diferentes generaciones el amor y la devoción por el Santo Mártir.
Durante estas fechas tan importantes para los tarapaqueños, surgen muchas historias basadas algún favor concedido por Dios debido a la Intercesión del Santo Patrono, la cual hace de esta festividad un lugar para entregar y agradecer situaciones de nuestras vidas.
En esta oportunidad, Gloria Vega Lizana nos contó su experiencia de fe, donde sin duda muchos verán reflejado su devoción debido a esta vivencia de amor.
“Todo comenzó cuando mi hijo tenía 3 meses de edad, había nacido sano, era bien despierto, risueño. Sin embargo, una noche comenzó a llorar mucho sin parar, y no sabía que es lo que tenía, intenté de todo, hasta que decidí llevarlo de urgencia al médico”, comenzó relatando Gloria.
“Al llegar allá el médico nos dijo que el llanto era por hambre, y en ese momento me informaron que era porque no me salía leche suficiente. Horas después comenzaron a dale leche de relleno, pero mi hijo la vomitaba, por lo que comenzaron a realizarle varios exámenes para ver que era lo que tenía, lo cual no hubo un diagnóstico claro quedando en observación”, continuó.
Según el relato entregado por la fiel devota, su hijo estuvo esa situación cerca de un mes, donde no se sabía lo que tenía, siendo alimentado por sonda para que no llegase a una instancia de desnutrición.
“En ese momento a lo único que nos pudimos aferrar fue a la fe, dónde le entregamos a nuestro hijo a Dios y al Lolito, prometiéndole que todos los meses le iríamos a prender velitas al templo (acto que hasta la fecha lo cumplimos)”, profundizó
La historia culmina en base amor, donde Vega nos cuenta que tiempo después de esa manda “el doctor nos llama para decirnos que en un intento de rutina, el bebe había aceptado de buena forma el relleno de manera natural, lo que no se explicaba que es lo que había sucedido, sin embargo nosotros sabíamos que era todo gracias a la intercesión de Lorenzo”.
“Al pasar lo días, y al no saber que era lo que había ocurrido, terminan dándole el alta médica, saliendo como si nada hubiese pasado. Llegó a la casa y comenzó su vida como cualquier niño sano”, complementó
“Hoy mi hijo le inculca la fe de nuestro santo a sus hijos (mis nietos) quienes le danzan al patrono, y como abuela, me llena de emoción al ver que mi familia le sigue agradeciendo a San Lorenzo”, terminó de contar Gloria tras un regreso al pasado. Por último, Vega nos comenta que para este 10 de agosto irá la comunidad de la reconciliación, la cual ofrecerá la misa de vísperas en Iquique, donde sus nietos danzarán a las afueras de la iglesia. “San Lorenzo no se olvida de su gente, y nosotros jamás nos olvidaremos de él. Mi fe en el Lolito está marcada a fuego en mi corazón, y siempre le estaré agradecida por todo el amor que nos ha dado”, finalizó.