Al llegar el mes de julio, nuestra región comienza a teñirse de una de las celebraciones más importante del norte grande. Miles de fieles comenzaban a preparar su peregrinar para nuevamente saludar y a agradecer a nuestra Madre del Consuelo, la Virgen del Carmen de la Tirana”.
Este año sabemos que de nuevo no habrá una celebración presencial, una noticia que ha calado hondo en todos aquellos devotos y amantes de la festividad de Nuestra Señora del Carmen. Sin embargo, todos mantienen la fe intacta en que pronto podrán estar otra vez junto a la Reina del Tamarugal.
Carmen Echeverria Jiménez, es una de estas fieles, donde su historia es un verdadero ejemplo de fervor tiraneño, la cual comienza en base a la experiencia de su propia madre.
“Siempre he dicho que tengo 2 madres, la bilógica y la Virgencita de la Tirana”. Ambas son un ejemplo para mí. El modelo de la Chinita, todo el mundo lo sabe y es digno de imitar. Sin embargo, mi mamita desarrolló conmigo un acto de amor imborrable para toda mi vida”, comenzó diciendo la fiel devota.
“Mi viejita (a como le llamo de cariño) tuvo una vida muy sacrificada. Yo nunca pude conocer a mi padre porque apenas supo que yo venía en camino desapareció. Y lo peor es que mi mamá sufría violencia física por parte de este sujeto, quedó sola y con una niña en su vientre”, continuó.
En base a ello, Echeverria nos contó que cualquier otra mujer, en circunstancias parecidas hubiese desistido de traer al mundo a una hija. Y más aún sabiendo que en ese bebé vería siempre a ese mal hombre que le hizo sufrir gran parte de su vida.
“El amor de mi madre fue tal, que no sólo decidió dar la pelea y traerme al mundo, sino que me puso de nombre como mi segunda mamita, Carmen, en honor a la Virgen De la Tirana. De ahí en adelante ella se encomendó a ella para que nunca nos faltara nada. Y hasta el día de hoy le agradecemos eso”, recordó con gran emoción.
“La chinita siempre nos acompañó para poder salir adelante. A mis hijos también le he inculcado siempre el respeto hacía la virgen, donde hasta el día de hoy, cada 16 de Julio, nos reunimos como familia a gritar ¡Viva la Virgen del Carmen!”, concluyó.
