SIN LUZ, SIN SEÑALÉTICA Y SIN RESPUESTA, ¿QUIÉN SE HACE CARGO DE LAS RUTAS ENTRE IQUIQUE Y HOSPICIO?

En Vilas Radio 100.1 FM, a propósito de una seguidilla de accidentes que se habían producido en la ruta antigua hacia Alto Hospicio fue que decidimos ir al edificio del MOP Tarapacá a consultar sobre la ausencia de luminarias en aquella ruta.

En la puerta nos indicaron que no se podía hablar con el seremi Patricio Altermatt pues se encontraba con vacaciones, así que enviamos un correo electrónico para pedir una «audiencia» con el mandamás del MOP en nuestra región.

En ese correo se nos respondió que esperaríamos a que regresara de sus días libres. Lo hicimos, y luego de una quincena nos responde el periodista del Seremi: «Junto con saludar y respecto a tu reportaje sobre la “carencia de luminarias operativas en la Ruta A16”, comentar que el tema corresponde al área de seguridad, por lo que por esta vez no nos referiremos al tema».

Concurrimos a la concesionaria Rutas del Desierto. Sin una respuesta formal, nos explicó un ejecutivo que el tema de la luminaria es resorte del MOP. Desde el MOP nos dijeron que la parte de las luces es responsabilidad de los municipios.

Hace unas semanas, en entrevista con el Matinal «Todos Juntos», el alcalde de Iquique Mauricio Soria señaló que aquello es responsabilidad de la Seremi del MOP.

Desde Alto Hospicio insistentemente nos intentamos comunicar con el alcalde Patricio Ferreira para preguntarle lo mismo, pero no obtuvimos respuesta lamentablemente; aunque de todas maneras seguiremos insistiendo, pues él siempre ha sido receptivo a conversar con la prensa.

Hagamos memoria

Estas rutas tiene un gran flujo vehicular, todo debido al crecimiento habitacional de Alto Hospicio, lo que obliga de una u otra manera a que la gente baje a Iquique a trabajar en forma diaria.

Esto se hace más preocupante en consideración al gran parque vehicular que tiene esta zona. Según el INE, a diciembre de 2020 en Iquique hay inscritos 133.826 vehículos, mientras que la comuna de Alto Hospicio cuenta con 36.573 móviles, gran cantidad si consideramos que según el último Censo -2017- en Iquique viven 195 mil personas y en Hospicio 124 mil.

La ruta «antigua» a Hospicio -A16- se transformó formalmente en carretera con el decreto MOP n° 2136 del año 2000, y por todos esos años fue la única forma de poder conectar estos centros urbanos. En 2011 se inició el proceso para generar nuevos accesos y descomprimir el uso de de la primera ruta. Para ello se presentó un proyecto para construir nuevos accesos a la capital regional.

Con el decreto 225 del MOP, con fecha 6 de junio de 2011 se dio inicio al plazo de concesión para ejecución, conservación y explotación de la obra pública «Alternativas de acceso a Iquique», concesión que se adjudicó Rutas del Desierto.

El proyecto contemplaba el mejoramiento a doble calzada de dos vías de acceso a Iquique que suman 78 km de longitud. La primera es un tramo de la Ruta 16 con 13 km de extensión, que se inicia en la conexión con la Ruta 5 Norte a la altura del km 1.814, en el sector denominado Humberstone y se extiende hasta la Rotonda El Pampino.

La segunda, es un tramo de la Ruta 1, desde el km 1.200 al sur del acceso al Aeropuerto Diego Aracena, hasta el sector Bajo Molle, con una longitud total de 31 km.

Tres años después, el 3 de septiembre de 2014 la concesionaria Rutas del Desierto quedó en condiciones de comenzar sus labores en la denominada ruta 1. Luego de un largo y tortuoso camino, finalmente en 2019 – 9 años después de adjudicada la licitación- se habilitó para el tránsito el acceso nuevo.

En aquella época el entonces intendente subrogante Álvaro Jofré explicó: «Sabemos que el tránsito entre Iquique y Alto Hospicio requiere de esta solución de manera permanente. Esperamos y pedimos a la población usar esta nueva ruta con mucha responsabilidad, cumpliendo la Ley de Tránsito; no queremos lamentar ningún accidente en la puesta en marcha de un proyecto tan emblemático y esperado como este”.

El Seremi de Obras Públicas, Patricio Altermatt, indicó en aquella oportunidad que «la medida responde a la necesidad de mejorar la conectividad vial y los tiempos de desplazamiento de quienes transitan entre ambas comunas». Explicó además que «el tránsito estará restringido solamente para vehículos livianos y a una velocidad máxima de cincuenta kilómetros por hora».

¿Qué es lo que no se está cumpliendo?

Sin duda, para que esta carretera esté completa, es necesario que se cumplan las condiciones de seguridad de alto estándar que figuraban en la idea original. Está faltando la luminaria. En la ruta 16 el problema es grave, pues, no hay iluminación; lo que aumenta el riesgo de accidentes. Por otro lado en el acceso nuevo las luminarias están, pero algo pasa que no están operativas.

El «segundo acceso» tuvo un costo de 70 mil millones de pesos y es considerada una de las obras públicas más grandes de Chile, es por eso que no se entiende que no tenga iluminación.

Bueno, ya sin luz pasamos a hablar de otro tema. Tampoco hay señalética que avise sobre las pistas de emergencia en caso de corte de frenos. Agreguémosle a eso que no hay quien haga la fiscalización sobre los horarios en los que está permitido que transiten los camiones del alto tonelaje, que se pueden ver casi a toda hora.

Antes de publicar este artículo, tuvimos la posibilidad de conversar con el Seremi del Ministerio de Transportes, Carlos Navarrete; quien gentilmente nos explicó que el tema de las luminarias y lo que tenga que ver con las fiscalizaciones es resorte del Ministerio de Obras Públicas.

Según el decreto número 2 del año 2014 del Ministerio de Energía relativo al alumbrado público en carreteras, en su artículo 34 indica que: «Desde el momento de la Puesta en servicio, el Propietario de las instalaciones de alumbrado público, deberá contar con un programa de mantenimiento preventivo, a objeto de garantizar la continuidad del servicio de tales instalaciones en el transcurso del tiempo, acorde con los criterios y especificaciones comprendidas en el presente reglamento. En los casos que el Propietario entregue la administración de tales instalaciones a un Operador, deberá hacerle entrega de dicho programa».

Como acá el dueño -para todos los efectos- es el Estado, representado por el MOP, y éste le concesionó a la empresa privada, es menester del Estado el garantizar la continuidad del servicio eléctrico en carreteras y para ello debería fiscalizar a quienes están operativamente a cargo, que es, en este caso Rutas del Desierto.

Esperemos en unos días tener más suerte y poder encontrar respuestas a tantas preguntas.

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