Tras una investigación originada por denuncias de supermercados, la PDI Arica recuperó 201 carros sustraídos y detuvo a nueve imputados, seis chilenos y tres extranjeros, quienes serán formalizados por receptación en el Juzgado de Garantía.
Por semanas, los carros metálicos que deberían descansar alineados en los estacionamientos de los supermercados de Arica tuvieron otro destino. Rodaron lejos de las góndolas, cambiaron de manos y terminaron convertidos en mercancía informal, arrastrándose por calles del sector sur de la ciudad, hasta que una investigación silenciosa les puso freno.
La mañana del operativo fue decisiva. Detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI Arica, en estrecha coordinación con la Fiscalía Local, irrumpieron en distintos puntos estratégicos del sector Asoagro–Asocapec, un área que se había transformado en el epicentro de un negocio ilícito tan insólito como lucrativo: la receptación y arriendo ilegal de carros de supermercado.
El resultado fue contundente. Nueve personas fueron detenidas en flagrancia, acusadas de mantener, comercializar y trasladar especies robadas. Junto a ellos, la policía recuperó un verdadero botín urbano: 201 carros pertenecientes a reconocidas cadenas de supermercados, además de tres vehículos utilizados para su transporte y dinero en efectivo, presuntamente obtenido por el arriendo de estos elementos en ferias y mercados informales.
Una investigación que siguió las huellas del metal
El caso no nació al azar. Fue el cúmulo de denuncias reiteradas de supermercados como Jumbo, Líder y Santa Isabel lo que encendió las alertas. Carros que desaparecían una y otra vez, sin explicación aparente, hasta que el patrón comenzó a repetirse y la Fiscalía dio luz verde a una indagatoria formal.
Según explicó el subprefecto Juan Huenchumán, de la Bicrim Arica, el procedimiento fue el resultado de un trabajo coordinado entre distintas unidades policiales de la Prefectura Provincial, permitiendo identificar los puntos donde se almacenaban y redistribuían los carros robados. Allí, los detectives confirmaron que las especies no solo eran acopiadas, sino también utilizadas como parte de un circuito de arriendo informal, generando ganancias constantes para los involucrados.
Detenidos y control judicial
Del total de arrestados, seis son de nacionalidad chilena y tres extranjeros. Por instrucción del Ministerio Público, todos fueron puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Arica, donde enfrentarán el correspondiente control de detención y posterior formalización por el delito de receptación.
La fiscal Paulina Brito, a cargo de la causa, destacó que el operativo permitió no solo recuperar especies avaluadas en millones de pesos, sino también desarticular una práctica delictual persistente, que afectaba directamente a los comercios y alteraba el uso del espacio público.
Más que carros: un mensaje
Más allá del número —más de doscientos carros recuperados— el operativo deja una señal clara: incluso los delitos que parecen menores esconden redes organizadas, impactos económicos y un uso ilegal del espacio urbano que no pasa desapercibido.
Mientras los carros regresan a sus supermercados de origen, la investigación continúa abierta. No se descartan nuevas diligencias ni eventuales responsabilidades adicionales.
En Arica, esta vez, el metal habló. Y la policía escuchó.
