InternacionalNoticias

PERÚ FRENA EL RELOJ LABORAL Y EXTIENDE LAS FIESTAS: EL DECRETO QUE REGALA DOS DÍAS LIBRES Y SACUDE AL TURISMO REGIONAL

El Gobierno de Perú declaró el 26 de diciembre de 2025 y el 2 de enero de 2026 como días no laborables para el sector público, con compensación de horas, con el objetivo de fomentar el turismo interno y generar fines de semana largos en plena temporada alta.

Mientras en Chile el regreso al trabajo tras Navidad marca el ritmo habitual de fin de año, en Perú el calendario decidió detenerse. A miles de kilómetros de Santiago, el Gobierno peruano activó una medida que no pasó desapercibida en la región: declaró el 26 de diciembre de 2025 y el 2 de enero de 2026 como días no laborables, extendiendo las celebraciones y generando un impacto directo en el turismo, la economía y la dinámica social del país.

La decisión, adoptada mediante Decreto Supremo, forma parte de una política que Perú viene aplicando desde hace más de una década y que hoy vuelve a instalarse con fuerza en el debate latinoamericano: usar los llamados “días no laborables” como herramienta para crear fines de semana largos y estimular los viajes internos.

¿QUÉ SIGNIFICA “DÍA NO LABORABLE” EN PERÚ?

A diferencia de los feriados legales —como los que rigen en Chile—, los días no laborables en Perú no son feriados obligatorios, sino jornadas de descanso administrativo que deben ser compensadas posteriormente. Es decir, los trabajadores que no asisten esos días deben recuperar las horas no trabajadas en fechas posteriores, según lo determine cada institución o empresa.

Esta figura legal, poco conocida fuera del país andino, permite al Estado flexibilizar el calendario laboral sin afectar formalmente la productividad anual, una fórmula que ha despertado interés en otros gobiernos de la región.

¿A QUIÉNES SE APLICA LA MEDIDA?

Según el decreto peruano:

  • Sector público: El beneficio aplica a todos los trabajadores del sector público a nivel nacional. Ministerios, municipios, organismos estatales y entidades públicas suspenden actividades administrativas esos días, aunque deben garantizar servicios esenciales como salud, seguridad, transporte y energía.
  • Sector privado: No es obligatorio. Las empresas privadas pueden sumarse solo si existe acuerdo entre empleador y trabajadores. Si no hay consenso, la decisión queda en manos del empleador.
  • Servicios esenciales: Sectores como hospitales, electricidad, agua potable, telecomunicaciones, transporte, puertos, aeropuertos, hoteles, restaurantes, bancos y seguridad mantienen operaciones, definiendo qué puestos quedan excluidos del descanso.

TURISMO, ECONOMÍA Y MOVIMIENTO: EL EFECTO DOMINÓ

La medida no es simbólica. En Perú, los fines de semana largos generan desplazamientos masivos hacia playas del Pacífico, ciudades coloniales, destinos amazónicos y centros culturales andinos. Autoridades turísticas estiman que millones de viajes internos se activan gracias a estas pausas laborales, beneficiando a hoteles, restaurantes, transporte terrestre y comercio local.

Desde una mirada regional, el fenómeno resulta especialmente relevante para países vecinos como Chile, Bolivia y Ecuador, ya que muchos peruanos aprovechan estos días para viajar al extranjero, incrementando el flujo turístico transfronterizo en plena temporada alta.

¿DESCANSO O ESTRATEGIA ECONÓMICA?

En Perú, la discusión se repite cada año:
¿Se trata de regalar días libres o de una política económica encubierta?

El propio decreto lo explica sin rodeos: el objetivo es impulsar el turismo interno y dinamizar economías locales, especialmente en fechas donde el consumo se dispara. Para el Estado peruano, el descanso no es un lujo, sino una inversión que retorna en empleo, ingresos regionales y recaudación indirecta.

UNA MIRADA DESDE CHILE

Desde Chile, donde los feriados son más rígidos y las pausas administrativas de este tipo no existen, la experiencia peruana abre preguntas inevitables:

  • ¿Podría un modelo similar aplicarse en nuestro país?
  • ¿Es posible equilibrar productividad y bienestar sin afectar el crecimiento?
  • ¿Puede el descanso planificado convertirse en motor económico?

Por ahora, Perú ensaya una fórmula propia, observada con atención por la región. Un experimento que mezcla política laboral, turismo, economía y calidad de vida.

CUANDO UN DECRETO CAMBIA EL FIN DE AÑO

Mientras las oficinas públicas peruanas bajan las cortinas y las carreteras se llenan de viajeros, el mensaje es claro: el tiempo también puede ser una política pública.

Dos días que no estaban en el calendario tradicional bastaron para mover millones de personas, reactivar ciudades completas y poner nuevamente a Perú en el centro de una conversación regional.

En el cierre de 2025, Perú no solo celebró Navidad y Año Nuevo: celebró el derecho a pausar.
Y desde Chile, el eco de esa decisión ya empieza a escucharse.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

Artículos relacionados

Botón volver arriba
🔴 En vivo