
Mientras locatarios y concejales entregaron un documento formal pidiendo extender por verano el horario de venta de alcohol en la Península de Cavancha —la única zona con restricciones en toda la ciudad— el alcalde Mauricio Soria negó haber recibido tal solicitud, pese a que en su reciente columna llamó a impulsar el turismo local y recibir con “anfitrionía” a visitantes atraídos por vuelos internacionales y el verano.
A veces la política local ofrece escenas dignas de realismo mágico. Este es uno de esos capítulos. Mientras las olas revientan en la costa más turística de Tarapacá y los locales gastronómicos de la Península de Cavancha intentan mantenerse a flote en plena temporada estival, la más reciente controversia estalló no desde una mesa técnica ni desde una sesión extraordinaria del Concejo Municipal, sino desde una columna de opinión en el diario local «La Estrella de Iquique».

El alcalde Mauricio Soria Macchiavello publicó el sábado —bajo el titular “Cuidemos nuestro turismo”— un encendido llamado a proteger y potenciar la actividad turística, celebrar la reactivación de vuelos internacionales Salta–Iquique, y asumir un rol de hospitalidad para los visitantes. Un mensaje aparentemente claro: turismo como motor económico, imagen internacional, futuro de la ciudad.
Sin embargo, apenas 48 horas después, el relato sufrió un giro inesperado.
En el Concejo Municipal, ediles de distintas bancadas —Carolina Valdés, Martín Lonza y — aseguraron haber entregado formalmente un documento al alcalde solicitando la modificación del horario de venta de alcohol en la Península de Cavancha, durante el verano, con respaldo directo de los locatarios. La petición no era improvisada: venía acompañada de fundamentos técnicos, legales, económicos y un diagnóstico compartido por empresarios gastronómicos que sienten que el sector está agonizando comercialmente bajo la restricción horaria excepcional.
Y el shock vino después: según el municipio, no existe ninguna solicitud formal.
El cruce fue frontal. Y público.
La Península en jaque: el único barrio con restricciones
Actualmente, los restaurantes y bares del sector —considerado el epicentro turístico gastronómico de Iquique— mantienen un horario tope de venta de alcohol:
- medianoche de lunes a jueves
- 01:00 viernes, sábado y víspera de festivos
Una medida que nació en 2024 bajo el argumento de mitigar ruidos molestos, respaldada por la Corte Suprema, pero que jamás fue extendida a otros barrios, pese a la promesa municipal de evaluar su expansión.
Resultado: la Península quedó como el único sector sancionado.
Mientras en la ciudad completa se alzan terrazas y bares con horarios más amplios —y sin restricciones diferenciadas— Cavancha opera en desventaja competitiva frente al resto de Iquique.
El gremio se cansó.

Los locatarios hablan: “Es discriminatorio. Y estamos en caída libre”
Empresarios como Rafael Iturra describen el panorama como devastador:
- caída de ventas
- pérdida de competitividad
- imposibilidad de retener turistas
- rentabilidad en riesgo
“Los peores años de mi vida comercial”, resume.
El gremio acusa que la restricción es injusta, aislada y carente de evaluación.
Y suman algo más grave: la promesa de zonificación nunca se cumplió.
Concejo Municipal: documento firmado y entregado
Aquí entra la arista política dura.
El concejal Martín Lonza fue tajante:
“Nos reunimos con locatarios. Redactamos un documento. Lo presentamos el jueves al alcalde. Está firmado por concejales y locatarios. Solicitamos evaluación y modificación del horario.”
La concejala Carolina Valdés va más allá.
Y dispara:
“Esto es una ciudad turística. El sector más importante para el turismo es la Península. Y el alcalde se opone a que ese sector avance. No tiene lógica. Aquí hay decisiones que parecen querer destruir la ciudad. O intereses personales.”
Sus palabras no pasaron desapercibidas: intereses personales, amiguismos, obstrucción del desarrollo turístico, fueron parte del análisis, con un tono nunca antes escuchado con tal crudeza en el concejo.
La columna fue la chispa
Porque mientras:
- concejales entregan solicitud formal
- locatarios piden sobrevivir al verano
- el gremio exige equidad regulatoria
… el alcalde escribió:
“Cuidemos nuestro turismo. Seamos anfitriones. Aprovechemos el regreso de vuelos internacionales. Fortalezcamos la industria turística.”

Y es ahí donde nace la contradicción que dispara el conflicto:
¿Cómo proteger el turismo si se restringe el corazón gastronómico del turismo?
¿Cómo potenciar la llegada de visitantes si se ordena cerrar temprano el único sector con alta concentración turística y hotelera?
¿Cómo pedir hospitalidad al comercio si se le niega un horario competitivo?
Preguntas que hoy flotan en el aire.
La respuesta del municipio: no existe solicitud formal
Desde la Municipalidad se reiteró:
- no hay ingreso formal
- cualquier modificación requeriría acuerdo con los vecinos
- se estudiará solo si existe petición en regla
Pero el documento existe.
Y está firmado.
Y tiene fecha.
Y está respaldado por los locatarios.
El choque entre relato y hechos es evidente.
Revisa el documento completo aquí:







