
La Comisión Asesora Presidencial “Arica 100” desarrolló su cuarta sesión en la Universidad de Tarapacá, donde autoridades regionales, parlamentarios y especialistas analizaron proyectos estratégicos como la Cuesta Chinchorro, la Ruta A-135/A-13 y el borde costero, además de realizar diálogos participativos con docentes y estudiantes para definir prioridades de desarrollo rumbo al centenario del Tratado de Lima.
En el corazón de la Universidad de Tarapacá, donde la historia local convive con los anhelos de modernidad, se llevó a cabo la cuarta sesión de la Comisión Asesora Presidencial “Arica 100”. Lejos de ser una reunión rutinaria, el salón universitario —repleto de autoridades, parlamentarios y técnicos— vibró con la idea de que esta vez no solo se debatía infraestructura, sino el futuro simbólico y físico de una región estratégica, fronteriza y cargada de memoria.
La comisión, creada para diseñar el programa de conmemoración del centenario del Tratado de Lima, profundizó en la revisión de obras consideradas claves para el desarrollo de Arica y Parinacota. Entre ellas sobresalieron nombres que podrían cambiar el mapa regional: la Cuesta Chinchorro, la Ruta A-135/A-13 y proyectos ligados al borde costero, todos evaluados bajo una óptica que combina conectividad, seguridad vial y crecimiento urbano.
UNA MESA DE PODER Y DECISIÓN
La sesión fue liderada por el rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez, quien además preside la Comisión. Lo acompañaron:
- la secretaria ejecutiva, Pía Briceño
- el senador José Miguel Durana
- el diputado Enrique Lee
- representantes del Ministerio de Obras Públicas
- el delegado presidencial regional
- seremis de Transporte, Deporte y Obras Públicas
Un abanico político-técnico donde se entrecruzó el discurso académico con las urgencias territoriales.

Rodríguez planteó la visión global: no se trata solo de conmemorar una fecha, sino de proyectar un siglo más de desarrollo frontera adentro y mar afuera.
CARRETERAS, BORDE COSTERO Y UN DESAFÍO: TRANSFORMAR ARICA EN UNA REGIÓN CONECTADA
El análisis de la jornada tuvo tres ejes potentes:
- resolver cuellos viales críticos
- mejorar la relación entre la ciudad y el mar
- potenciar corredores que faciliten comercio, turismo y seguridad
La Cuesta Chinchorro y la Ruta A-135/A-13 surgieron como prioridades para dar fluidez al tránsito y fortalecer la integración regional, especialmente considerando el peso logístico y geopolítico de Arica en el norte chileno.
La comisión adelantó que la revisión continuará en las próximas semanas, señalando que las conclusiones no serán solo un documento para el gobierno actual, sino una hoja de ruta que trascenderá administraciones y marcará el rumbo regional en el largo plazo.
LA VOZ DE QUIENES HABITAN EL FUTURO: ESTUDIANTES Y DOCENTES TOMAN LA PALABRA
Pero la jornada no se limitó a autoridades. Dos diálogos participativos reunieron a estudiantes y docentes de la UTA, quienes —lejos de asistir como oyentes pasivos— expusieron propuestas en torno a:
1️⃣ infraestructura para el desarrollo
2️⃣ producción regional
3️⃣ historia del Tratado de Lima
4️⃣ vínculos con Perú
Allí, entre pizarras, mapas y debates, emergieron diagnósticos ciudadanos, críticas, sueños y prioridades que serán consideradas en la etapa de formulación.
PARTICIPACIÓN COMO BASE DE LEGITIMIDAD
La secretaria ejecutiva, Pía Briceño, no dejó dudas sobre la relevancia de este proceso:
“Realizar la sesión en la Universidad permitió integrar conocimiento técnico, experiencia territorial y coordinación institucional. Además, los diálogos aportan una mirada plural y fortalecen la legitimidad del proyecto”, afirmó.
Briceño enfatizó el papel de los mecanismos participativos ya en marcha: el buzón ciudadano, las audiencias públicas y las instancias consultivas, herramientas que —según dijo— otorgan sustento social a lo que podría ser el plan más ambicioso en décadas para Arica y Parinacota.

UNA REGIÓN ENCRUCIJADA ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO
La sesión fue algo más que una cita oficial: fue un punto de inflexión.
Un recordatorio de que Arica es frontera, puerto, desierto y memoria;
pero también plataforma para nuevas rutas, conectividad estratégica
y crecimiento sustentable.
“Arica 100” no mira solo el centenario: mira el porvenir.
Y mientras la región se prepara para conmemorar un tratado que marcó su historia, también parece decidida a escribir el capítulo que viene.






