LocalNoticias

TARAPACÁ INVIERTE EN INFANCIA: HABILITARÁN SALAS DE RECREACIÓN Y BIENESTAR EN RESIDENCIAS DE PROTECCIÓN PARA TRANSFORMAR VIDAS

El Gobierno Regional de Tarapacá financiará casi $29 millones para habilitar salas de recreación y bienestar en cinco residencias de protección, beneficiando a más de 210 niños, niñas y adolescentes que viven en condiciones de sobrepoblación. El proyecto, impulsado por Rotary Santa Laura, permitirá implementar espacios de ocio inclusivo, equipamiento tecnológico, juegos y actividades socioeducativas, impactando además a equipos técnicos y educadores.

A metros del desierto y el océano, escondidas entre los pliegues de la urbe y lejos de los carteles brillantes de la ciudad, existen casas que deberían ser refugio, calma y cobijo para quienes más lo necesitan: niños, niñas y adolescentes que viven bajo protección estatal. Hoy, esos muros grises están a punto de cambiar de color, sonido y sentido, porque el Gobierno Regional de Tarapacá (GORE) acaba de aprobar algo más que recursos: ha dado luz verde a un proyecto con alma y propósito, que promete transformar las horas de ocio de cientos de menores en oportunidades reales de aprendizaje, encuentro y crecimiento humano.

El proyecto, bautizado como “Competencias para la vida: Espacio inclusivo y tiempo libre para niños, niñas y adolescentes bajo cuidado alternativo en la Región de Tarapacá”, nació de un diagnóstico crudo: residencias sobrepobladas, pasillos llenos de silencio y múltiples carencias afectivas. Y ahora, gracias a una inversión cercana a 29 millones de pesos financiados por la Asignación Directa 8% FNDR 2025, impulsada por la Corporación Rotary Santa Laura de Iquique, esa realidad empieza a virar.

Más allá de cifras: lo que realmente está en juego

En cinco residencias de protección —todas dependientes del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia (SNAPEA)— viven hoy más del doble de los niños que la infraestructura fue diseñada para albergar. Ese hacinamiento no es sólo un dato estadístico: es un riesgo diario para la convivencia, la salud mental y el desarrollo integral de quienes habitan allí, especialmente en sus etapas más sensibles: la infancia temprana y la adolescencia.

¿Qué se consigue cuando muchas vidas se acumulan en poco espacio y sin estímulos adecuados? Frustración, conflictos, tensión constante.

Y justamente ahí es donde este proyecto pretende marcar la diferencia: no con palabras, sino con acciones concretas.

La recreación como derecho y no como privilegio

La propuesta —que fue revisada exhaustivamente por la División de Desarrollo Social y Humano (Didesoh) del GORE— contempla la habilitación de espacios de esparcimiento y ocio inclusivo dentro de cada residencia. Salas que antes eran paredes mudas, vacías, pasarán a ser centros vibrantes de experiencia:

  • salas de cine con sistemas audiovisuales modernos;
  • consolas de juego para promover la interacción social;
  • zonas de juego activo como mesas de ping pong, tacataca y camas elásticas;
  • espacios confortables con sillones y pufs para el descanso y la conversación.

Y detrás de todo esto no está sólo hardware tecnológico o muebles nuevos… sino una programación socioeducativa semanal diseñada para promover habilidades sociales, autonomía, diálogo y sentido de pertenencia. Sesiones que incluirán cine-foros, talleres grupales y espacios de conversación guiados por monitores expertos.

“No todo se soluciona con paredes. Se soluciona con miradas”

Así lo explicó con pasión Ana María Chang, presidenta de Rotary Santa Laura de Iquique, quien recordó que el proyecto germinó tras recorridos y conversaciones en terreno.

“Visitamos las residencias, vimos los rostros, escuchamos las historias, y entendimos que el problema no era sólo físico. Era emocional. Era estructural. Era de oportunidades truncadas”, señaló Chang.

Para ella, la clave está en ofrecer algo que muchas veces se da por sentado: tiempos de juego sanos, espacios de encuentro y momentos de libertad con intención pedagógica, acompañados por profesionales que puedan orientar, mediar y construir.

Un reconocimiento que va más allá de la infraestructura

El gobernador y presidente del Consejo Regional, José Miguel Carvajal, destacó el valor social del proyecto.

“Esto no es solo invertir en infraestructura. Es dignificar la vida cotidiana de niños, niñas y adolescentes que han vivido situaciones complejas”, afirmó. “Entregar espacios de encuentro y recreación es apostar al desarrollo humano, especialmente en fechas como estas, cuando la necesidad de afecto y cercanía se siente con mayor fuerza”.

Una Navidad distinta, pero más humana

Y como broche emocional, el proyecto contempla una ceremonia navideña inclusiva fuera de las residencias, donde se hará entrega simbólica de los implementos, reforzando el enfoque de derechos, la integración comunitaria y la desestigmatización de quienes viven bajo cuidado alternativo.

No será un acto protocolar más. Será una fiesta con significado profundo: el reconocimiento de derechos arrebatados, la celebración de rostros que también merecen mirar al futuro con esperanza y la certeza de que las políticas públicas pueden, efectivamente, tocar vidas.

Un impacto que supera cifras

Aunque el proyecto beneficiará directamente a más de 210 niños, niñas y adolescentes, su efecto reverberará mucho más allá de esos números. Se calcula que casi 500 personas —incluyendo educadores, equipos técnicos y redes de apoyo— percibirán mejoras en la convivencia y bienestar general.

Porque cuando un niño sonríe, no sólo cambia su día.
Cambia su camino.

Y cuando los espacios se llenan de juego, aprendizaje y compañía, lo que se construye no son muros…
sino futuros con sentido.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

Artículos relacionados

Botón volver arriba
🔴 En vivo