
El organismo aseguró que el desastre operacional vivido desde el 1 de diciembre se originó por un aumento no previsto de usuarios en el sistema implementado por Zofri, que terminó ralentizado y fuera de control. Aduanas reconoció la gravedad del impacto y decretó medidas de emergencia para evitar la paralización total del comercio exterior.
La explicación oficial llegó después de días de caos.
Según Aduanas, toda la crisis que paralizó a más de 150 empresas en Zofri tuvo un origen claro: la plataforma de Zofri no soportó el incremento de usuarios ingresados al nuevo sistema el 1 de diciembre, provocando fallas masivas, lentitud y un derrumbe tecnológico que afectó cada trámite del comercio exterior en Iquique.
El organismo recordó que la modernización comenzó en 2024 de forma gradual, pero esta última migración “no prevista” terminó por saturar el sistema administrado por Zona Franca. Zofri —afirmó Aduanas— reconoció su responsabilidad.
Para frenar el colapso, el Servicio Nacional de Aduanas adoptó medidas excepcionales:
- Suspender temporalmente el inicio de la tramitación vinculante de la declaración de salida a Zona Franca, que debía comenzar el 1 de diciembre de 2025.
- Dejar fuera de esta suspensión solo a los 143 usuarios que quisieron continuar en el sistema.
- Mantener la medida hasta que Zofri implemente mejoras tecnológicas que garanticen estabilidad.
- Recalendarizar el paso a producción de los usuarios restantes cuando el sistema sea seguro.
Todo quedó formalizado en la Resolución 5172, fechada el 4 de diciembre de 2025.
Un sistema que no resistió: el caos que estalló en Zofri
Mientras Aduanas entregaba su versión, en el barrio industrial la escena era otra: empresas paralizadas, documentos fallidos, errores imposibles de corregir, facturación bloqueada y pérdidas millonarias.
“Estamos detenidos”: el primer relato desde el gremio automotor
Maximiliano Catalán, representante de AGEA, describió un panorama crítico:
- 10 facturas emitidas, solo una notificada.
- Las demás: rechazadas sin explicación.
- Documentos duplicados, anulaciones automáticas, cortes después de las 22:00 horas.
- Sin capacidad de corregir errores porque “Aduanas eliminó las modificaciones aduaneras”.
La frase que golpeó a todo el sector:
“Hemos tenido que devolver autos porque la factura no sale. Devolver el auto y el dinero. Esto ya es insostenible.”
Las pérdidas estimadas: 70 a 80 millones de pesos en un solo día.
La voz del colapso humano: “Esto es un infierno”
La segunda protagonista fue Paola, secretaria de una automotora, rodeada de bocinas, gritos y trabajadores exigiendo soluciones afuera de las oficinas de UVD.
“Desde el 1 de diciembre no podemos vender, no podemos trabajar. El sistema se cae, hay que rehacer documentos enormes… estamos agotados.”
Y dejó la frase que se volvió símbolo del miedo que recorre a toda la cadena:
“Si nosotros caemos, cae el sistema franco completo. No son empresas: somos familias.”
La crisis se volvió internacional: camiones botados y mercadería detenida
El golpe final vino con la denuncia de Adam Gilbert, representante del gremio automotor:
“Hay más de 60 camiones de combustible boliviano botados en la calle porque NO pueden emitir documentos de exportación.”
También confirmó:
- Mercadería de Japón, China, Corea y EE.UU. detenida.
- Tres días sin emitir documentos.
- Clientes presionando a niveles máximos.
- Personal emocionalmente quebrado.
“Advertimos hace dos años que esto iba a pasar. Nadie escuchó.”
Los boletines que confirmaron la caída total del sistema
Mientras el caos crecía, la administración emitió dos comunicados clave:
Informativo Nº 117:
El SVE opera “con intermitencias que afectan ingresos, salidas, modificaciones y legalizaciones”.
Es decir: nada fluye.
Informativo Nº 118:
El Sistema de Tramitación de Aduanas quedó fuera de servicio por actualización programada.
En pleno colapso.
El silencio que encendió más enojo
Usuarios, gremios y trabajadores repitieron la misma crítica:
Aduana Nacional y Regional no respondió con la rapidez esperada.
Ese vacío, en medio de la mayor crisis operativa del año, solo amplificó el descontento.
Un colapso que obliga a repensar la modernización
Entre acusaciones cruzadas, pérdidas millonarias, trabajadores al límite y operaciones paralizadas, el sistema reveló una realidad inevitable:
La digitalización avanzó más rápido que la capacidad de las plataformas para soportarla.
Ahora la región espera que las mejoras prometidas por Sofri —y exigidas por Aduanas— se materialicen antes de que el daño sea irreversible.
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