Por primera vez, el programa social más emblemático de la sanitaria culmina con cada proyecto ejecutado, rendido y con resultados verificables en terreno. Fueron 48 millones de pesos que transformaron juntas de vecinos, clubes deportivos, sedes sociales y espacios comunitarios desde Arica hasta la Pampa del Tamarugal. La empresa ya prepara la versión 2026 mientras dirigentes celebran un año que –aseguran– “devolvió vida a los barrios”.
A media mañana, cuando todavía corre el viento costero de Arica y el sol comienza a endurecer las calles de Alto Hospicio, Aguas del Altiplano dio por cerrado uno de los procesos sociales más grandes de su calendario anual: el Fondo Concursable de Desarrollo Comunitario 2025.
El anuncio no fue un trámite. Fue el cierre oficial de un ciclo que partió en abril con la difusión del programa, continuó en mayo con un aluvión de postulaciones y que hoy culmina con 72 organizaciones presentando sus rendiciones completas: cada peso ejecutado, cada iniciativa finalizada, cada compromiso cumplido.
En la práctica, se trata de uno de los procesos de mayor impacto territorial de los últimos años, con presencia en Arica, Iquique, Alto Hospicio y las localidades de la Pampa —Pozo Almonte, La Tirana, Pica y Matilla— donde las organizaciones sociales levantaron proyectos orientados al fortalecimiento comunitario y al uso responsable del recurso hídrico.
Los números hablan solos:
- 23 proyectos en Arica
- 19 en Iquique
- 22 en Alto Hospicio
- 8 en la Pampa del Tamarugal
Y todos, sin excepción, rendidos y aprobados.
Del papel a la acción: deportes, cultura y sostenibilidad como ejes del 2025
Cada organización trazó su propio camino. Algunas optaron por renovar equipamiento deportivo para retomar actividades tras años de precariedad; otras invirtieron en vestimenta para clubes juveniles, implementos comunitarios, insumos para talleres culturales o mejoras de infraestructura social.
La versión 2025 del fondo no solo apoyó proyectos visibles, sino también procesos silenciosos:
la reactivación de juntas vecinales, el fortalecimiento de espacios comunitarios que habían quedado abandonados y la organización ciudadana en barrios que necesitaban nuevas herramientas para reencontrarse.
El resultado final surge de una competencia intensa: más de 240 postulaciones, de las cuales solo 72 obtuvieron financiamiento. Para esta edición, la compañía distribuyó 48 millones de pesos, enfocados en tres grandes líneas:
- Mejoramiento de espacios e infraestructura comunitaria.
- Equipamiento social y deportivo.
- Medioambiente y uso eficiente del recurso hídrico.
“Transparencia total”: el valor de rendir cuentas en tiempos de desconfianza
En un escenario donde la ciudadanía suele exigir mayor control sobre los fondos públicos y privados, la sanitaria destacó un elemento clave: cada organización beneficiada completó su rendición, lo que constituye un hito en la historia del programa.
Christian Barahona Rubio, gerente regional de Aguas del Altiplano, lo resumió como un sello de confianza y compromiso mutuo.
“Este cierre exitoso confirma que los recursos fueron utilizados de manera responsable y con impacto positivo en la comunidad. La rendición de cuentas es fundamental para sostener la credibilidad del programa y la relación con los vecinos”, señaló el ejecutivo.
Barahona enfatizó además que este fondo no es un gesto aislado: “Es una prueba concreta del compromiso permanente de Aguas del Altiplano con las comunidades del norte grande”.
Organizaciones revitalizadas y un 2026 que ya comienza a diseñarse
Con el cierre formal del proceso 2025, las organizaciones beneficiadas ya trabajan en la continuidad de los proyectos y en nuevas propuestas para postular en 2026.
Aguas del Altiplano informó que, durante el primer trimestre del próximo año, se comunicará públicamente el calendario oficial de difusión, postulación y selección de proyectos.
Dirigentes vecinales, por su parte, valoraron que la empresa mantenga la política de apoyo territorial sostenido. “No son fondos que van y vienen, son iniciativas que de verdad dejan marca”, comentó la presidenta de una organización de Alto Hospicio que renovó el equipamiento de su sede tras más de una década sin mejoras.
Un fondo que se consolida como herramienta social clave
A 2025, el Fondo Concursable de Desarrollo Comunitario se consolida como un instrumento permanente de fortalecimiento barrial y cohesión social, capaz de conectar la gestión privada con la actividad vecinal.
Su impacto —visible en sedes, canchas, talleres y espacios comunes— confirma que las comunidades, cuando cuentan con apoyo técnico y recursos oportunos, pueden transformar su entorno de manera sostenible.
La región ya espera su versión 2026.
