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ALERTA PATRIMONIAL EN IQUIQUE: LA JOYA HISTÓRICA DE PASEO BAQUEDANO CORRE PELIGRO POR UNA INUNDACIÓN QUE DEJÓ SIN LUZ A UN SECTOR EMBLEMÁTICO

Una filtración en el subsuelo del Paseo Baquedano, área patrimonial protegida por el Estado desde hace casi cinco décadas, provocó un corte eléctrico que afecta a 165 usuarios y puso en alerta a autoridades y vecinos sobre la fragilidad de su infraestructura. La empresa de suministro eléctrico ejecuta maniobras de secado y reparación mientras el municipio y organismos patrimoniales evalúan el impacto en la zona histórica.

El histórico Paseo Baquedano –corazón arquitectónico y cultural de Iquique– se encuentra bajo amenaza. Una inundación en las cámaras subterráneas provocó una interrupción del suministro eléctrico para 165 clientes justo en la zona más patrimonial de la ciudad, dejando al descubierto no solo una falla técnica, sino un serio riesgo para un patrimonio municipal que data de la era del salitre. Esa falla no es menor: pone en jaque no solo la vida cotidiana, sino también la integridad de construcciones centenarias declaradas “Zona Típica” por el Estado.

El pulmón patrimonial que resiste pero no es invulnerable

El Paseo Baquedano, conocido también como calle Baquedano, no es simplemente una vía urbana: es un relato vivo de la riqueza salitrera de Iquique, con mansiones de madera construidas entre 1880 y 1920, con corredores, verandas y vértices que evocan historias de almirantes, comerciantes y familias foráneas.

Desde 1977, este tramo está protegido legalmente: fue declarado Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales bajo el decreto DS 935, lo que implica que sus edificaciones, muchas construidas con pino Oregón y bajo estilos arquitectónicos como el georgiano o revival griego, tienen valor histórico y urbano.

El mantenimiento y protección de este patrimonio han sido un desafío constante. En los últimos años se han invertido cientos de millones para restaurar fachadas: por ejemplo, se aprobaron más de 779 millones de pesos para recuperar las decoraciones originales de 170 viviendas, e incluso se diseñó una app para que visitantes conozcan la historia de cada casona patrimonial.

Además, la Municipalidad de Iquique, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (antes Consejo de Monumentos Nacionales) y el Gobierno Regional de Tarapacá han trabajado en normativas que regulan intervenciones urbanas, remodelaciones y publicidad en el Paseo Baquedano para evitar su deterioro.

El incidente técnico que desató la alerta roja

Fue un problema que pocos esperaban, pero podría tener consecuencias graves: una inundación en cámaras subterráneas, donde pasa parte de la infraestructura eléctrica, dejó sin energía a un sector clave del Paseo Baquedano, específicamente entre las calles Baquedano y Patricio Lynch, y entre Thompson y Wilson. Según informó la empresa de suministro eléctrico, 165 clientes se vieron afectados.

Técnicos ya trabajan contra el reloj para secar las cámaras, reparar los daños y restaurar el servicio, pero más allá de la solución técnica inmediata, la situación evidencia la fragilidad de la red que se instala bajo uno de los barrios más antiguos y valiosos de Iquique. Si el agua vuelve, la amenaza no solo es a un corte de luz, sino a la estructura patrimonial misma.

La empresa lamentó el incidente, pero también aclaró que se trata de “causas externas” a su gestión. Aun así, la comunidad patrimonial exige respuestas sobre por qué esa infraestructura crítica no tiene una protección mayorista, dado el valor histórico del lugar.

Arquitectura, memoria y riesgo: un triángulo peligroso

El Paseo Baquedano no es una calle cualquiera. Su recorrido de aproximadamente un kilómetro, que va desde Plaza Prat hasta Plaza 21 de Mayo, atraviesa un conjunto de edificios emblemáticos: Torre Reloj, Teatro Municipal, Palacio Astoreca, entre otros.

Cada uno de esos inmuebles forma parte del patrimonio cultural de Iquique, y muchos han sido restaurados gracias a recursos públicos y a políticas colaborativas entre el Estado, la Municipalidad y vecinos.

Las nuevas Normas de Intervención de la Zona Típica –lanzadas recientemente– buscan regular con más precisión las remodelaciones, cambios en fachadas e instalación de infraestructura moderna para garantizar que no se destruya la esencia de Baquedano.

Sin embargo ahora, el agua amenaza con borrar parte de ese patrimonio desde abajo. Si las cámaras eléctricas están vulnerables, ¿cuán preparado está este paseo para resistir eventos similares en el futuro?

La ciudadanía exige: no solo se trata de luz, sino de legado

Vecinos, comerciantes y aficionados al patrimonio están alarmados. No es solo un corte de energía: es un aviso de que la infraestructura que sostiene la identidad de Iquique puede colapsar si no se refuerza. En redes y reuniones vecinales se pregunta con fuerza:

  • ¿Por qué las cámaras eléctricas no fueron impermeabilizadas hace años, dado que están ubicadas justo donde hay construcciones centenarias?
  • ¿Qué protocolos existen para proteger el patrimonio subterráneo cuando llueve o hay filtraciones?
  • ¿Quién paga si el daño patrimonial va más allá de un corte y termina en un deterioro irreversible?

Las instituciones patrimoniales —desde la Municipalidad hasta el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural— están llamadas a dar una respuesta. No es solo mantener fachadas bonitas: es garantizar que el Paseo Baquedano siga vivo, no solo como ventana al pasado, sino como parte activa del futuro de Iquique.

Una emergencia que revela un dilema mayor

Este incidente eléctrico es un síntoma de algo más grave: la tensión entre la modernidad y la conservación. Un sitio declarado Zona Típica desde 1977 con más de 130 inmuebles protegidos, ahora enfrenta un peligro técnico que podría afectar su valor patrimonial si no se actúa con urgencia.

El agua no solo rompe cables: amenaza memoria, historia y el tejido social que ha hecho de Baquedano un símbolo de Iquique. La reparación urgente es necesaria, pero también el diseño de una estrategia a largo plazo para proteger esta joya arquitectónica de futuras inundaciones o fallas.

La ciudad mira hacia arriba, a sus balcones restaurados y verandas bohemias. Pero también debe mirar hacia abajo: al subsuelo que guarda los circuitos invisibles que mantienen vivo el corazón patrimonial de Iquique.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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