
La Fiscalía de Arica confirmó que J,V.O., ciudadano colombiano, quedó en prisión preventiva tras ser acusado de liderar una violenta seguidilla de robos cometidos en menos de una hora, junto a cómplices aún prófugos. Tres transeúntes fueron intimidados con armas blancas y de fuego en distintos sectores de la ciudad, uno de los ataques quedó grabado en cámaras y permitió su captura tras una persecución policial.
Arica vivió una de esas noches que quedan marcadas en la memoria colectiva: ráfagas de motocicletas zigzagueando entre las calles, víctimas sorprendidas sin aviso y un grupo de delincuentes moviéndose con precisión casi coreográfica para sembrar miedo en distintos puntos de la ciudad. Esa misma noche, J,V.O., —ciudadano colombiano, 24 años, sin domicilio conocido en el sector— terminó esposado en medio de un operativo policial que cruzó media comuna y que puso fin a lo que la Fiscalía definió como un “tour delictual relámpago”.
Tres ataques, una hora de terror
La seguidilla comenzó cuando el reloj marcaba las 22:40 del pasado jueves. En la caletera de Avenida Capitán Ávalos, una mujer que volvía a casa sintió el rugido de las motos antes de verlas. Uno de los ocupantes —según la Fiscalía, J,V.O.,— descendió empuñando un arma cortopunzante. No hubo tiempo para negociar: la víctima entregó sus pertenencias bajo amenaza y el grupo huyó a toda velocidad, perdiéndose en la penumbra del sector.
Apenas una hora después, ya cerca de las 23:40, la banda reapareció en calle Francia. Esta vez, el arma fue distinta: un arma de fuego exhibida sin titubeos ante un transeúnte que terminó sin su teléfono celular y con el susto todavía incrustado en la piel. La ciudad, sin saberlo, estaba viviendo su segundo ataque en menos de sesenta minutos.
El tercer golpe llegó diez minutos después, a las 23:50. Misma zona. Mismo modus operandi. Otra motocicleta detenida en seco, otra víctima sorprendida por el brillo metálico de un arma. Pero esta vez, la resistencia provocó un giro en la escena: al oponerse al robo, la mujer fue agredida por Vásquez Ortega, quien logró arrebatarle su bolso antes de huir nuevamente con sus acompañantes, aún no identificados.
El final del recorrido criminal
Los atacantes pensaban que la ciudad dormiría. No contaban con que una cámara de seguridad captó uno de los asaltos y que Carabineros ya había desplegado un operativo relámpago para cerrarles el paso. Tras una persecución que cruzó varias arterias, los funcionarios lograron interceptar a una de las motocicletas en Avenida Robinson Rojas con calle Diaguitas.
Allí cayó. Intentó huir, intentó botar las especies robadas… pero los uniformados ya estaban encima. Fue detenido en el acto y varias de las pertenencias de las víctimas fueron recuperadas y posteriormente reconocidas.
Fiscalía: prisión preventiva y un mensaje claro
El caso pasó rápidamente a manos de la Fiscalía de Arica, que no tardó en formalizar cargos por tres delitos de robo con violencia e intimidación reiterados. La medida cautelar no dejó espacio a dudas: prisión preventiva mientras dure la investigación.
La fiscal Paulina Vera, a cargo de la causa, describió así la operación que permitió cerrar la noche delictiva:
“El pasado 13 de noviembre, en horas de la noche, se detuvo a un imputado de nacionalidad colombiana que, a bordo de una motocicleta y en compañía de sujetos aún desconocidos, cometió tres robos con intimidación en distintos puntos de la ciudad. Uno de los hechos quedó registrado en una cámara de seguridad, lo que permitió su rápida detención. Al momento del arresto, el imputado intentaba huir despojándose de las especies, las que fueron recuperadas y reconocidas por cada una de las víctimas. En audiencia, se acreditó su participación y se obtuvo la prisión preventiva.”
Una ciudad que no baja la guardia
Mientras Carabineros continúa las diligencias para dar con los otros integrantes de la banda, el caso vuelve a encender el debate sobre el uso de motocicletas en delitos violentos y la sensación de inseguridad en sectores urbanos clave. Por ahora, el recorrido delictual de aquella noche terminó detrás de las rejas. Pero las preguntas que deja siguen abiertas.
🟢 IMPORTANTE ACLARACIÓN:
De acuerdo con el principio de presunción de inocencia, toda persona acusada de un delito debe ser considerada inocente mientras no exista una sentencia judicial firme que determine su culpabilidad.
Esta nota aborda un proceso aún en desarrollo y no pretende prejuzgar los hechos ni el resultado final de las investigaciones.







