
El paso bajo nivel de Diego Portales, ese túnel gris por donde cientos de autos cruzan cada día sin detenerse, está a punto de cambiar para siempre. Muy pronto, sus muros desnudos se llenarán de vida, color y memoria gracias al trabajo de 16 jóvenes artistas ariqueños, quienes han sido convocados para crear uno de los murales más grandes que tendrá la ciudad: entre 200 y 300 metros dedicados a contar la historia y la identidad de Arica y Parinacota.
La iniciativa nace desde la Municipalidad de Arica como parte de un esfuerzo mayor por recuperar espacios públicos y embellecer la ciudad. No se trata solo de tapar hoyos, mantener áreas verdes o cuidar el borde costero; también es darle alma a los lugares por los que todos transitamos, convertirlos en puntos de orgullo para quienes viven aquí y en postales para quienes nos visitan.
El alcalde Orlando Vargas ha seguido de cerca este proyecto que, según cuenta, lleva tiempo gestándose. “Queremos que este mural muestre lo mejor de nuestra cultura y que esté listo antes del verano, cuando Arica recibe más visitantes. La idea es que la ciudad se vea y se sienta mejor, que exprese quiénes somos”, señala.
La Oficina de la Juventud será la encargada de coordinar el proceso creativo junto a los jóvenes muralistas. Su encargado, Emmanuel Rivera, explica que las imágenes seleccionadas responderán a un deseo compartido por la comunidad: ver en los muros al Morro, a las playas, a la cultura Chinchorro y a tantos elementos que hacen única a la región. “Este mural nace de una solicitud de las y los ariqueños. Queremos que el espacio urbano hable de nuestras bondades, de lo que amamos y cuidamos”, añade.
Los trabajos comenzarán durante la primera semana de diciembre, con la meta clara de tener todo listo para la temporada alta. Si todo avanza según lo previsto, quienes lleguen a Arica este verano se encontrarán con un paso bajo nivel completamente transformado: ya no un túnel anodino, sino un corredor de arte que cuenta nuestra historia a través de ojos jóvenes.







