
El General de Brigada Javier Abarzúa Dasse asumirá la jefatura de la VI División de Ejército en el marco del Alto Mando 2026, instancia aprobada por el Presidente e integrada por nuevos ascensos, cambios estratégicos y la salida de once oficiales generales tras más de tres décadas de servicio.
En una de las designaciones más relevantes del nuevo Alto Mando para el año 2026, el General de Brigada Javier Abarzúa Dasse fue confirmado como Comandante en Jefe de la VI División de Ejército, cargo que lo posiciona al frente de una de las estructuras operativas más extensas y estratégicas del país. Su arribo coincide con una profunda reconfiguración interna aprobada por el Presidente de la República, que redefine liderazgos, impulsa ascensos clave y marca el cierre de ciclo para once oficiales con más de treinta años de servicio.
Un general forjado en la élite operacional
Abarzúa Dasse no es un nombre improvisado dentro del mundo militar. Su carrera comenzó en 1988 al ingresar a la Escuela Militar, desde donde egresó como alférez de Infantería en 1992. Desde entonces, su trayectoria se ha tejido entre unidades de alta exigencia, cursos de especialización extrema y cargos de comando en fuerzas que operan bajo los estándares más rigurosos del Ejército de Chile.

Posee la especialidad primaria de Estado Mayor y secundarias que lo sitúan dentro de la élite técnica del país: Comandos, Paracaidista Básico Militar, Buzo Táctico Militar, Traductor/Intérprete Militar y Profesor Militar de Academia. Su formación refleja no solo versatilidad profesional, sino también un perfil operativo que dialoga directamente con los desafíos contemporáneos en seguridad, despliegue territorial y capacidades especiales.
Ascensos y destinos que anticipaban un liderazgo mayor
La carrera de Abarzúa Dasse tomó un giro decisivo en 2017, cuando fue ascendido a Coronel. Luego vinieron responsabilidades que ampliaron su campo estratégico:
- 2020: Director de la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales.
- 2022: Segundo Comandante de la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro”.
- 2023: Jefe de Estado Mayor del Comando de Operaciones Especiales.
- 2023: Ascendido a General de Brigada y designado Comandante de la BOE “Lautaro”.
Este último cargo lo consolidó como uno de los oficiales con mayor influencia dentro del ámbito de operaciones especiales, una plataforma desde la cual hoy salta al mando de una división completa.
Formación académica para un mando territorial complejo
El nuevo comandante de la VI División cuenta además con un currículo académico robusto:
- Licenciado en Ciencias Militares — Academia de Guerra.
- Diplomado en Gestión Estratégica Superior — Academia de Guerra.
- Diplomado en Gestión de Recursos y Proyectos de Defensa — Academia Politécnica Militar.
- Magíster en Ciencias Militares, mención en Planificación y Dirección Operacional — Academia de Guerra.
Esta mezcla de trayectoria de combate, formación avanzada y experiencia en toma de decisiones lo posiciona como un actor clave en la estructura 2026.
Un Alto Mando que se renueva desde la raíz
La confirmación de Abarzúa Dasse se inserta en un proceso mayor: la reorganización completa del Alto Mando del Ejército para el 2026, que incluye:
- Seis nuevos Generales de División: Sebastián García-Huidobro, Carlos Muñoz de la Puente, Rafael Cabrera, Juan Van de Wyngard, Gustavo Ellwanger y Mario Sepúlveda.
- Catorce nuevos Generales de Brigada, incluidos nombres como Álvaro Vera, Patricio García, Carlos Parra, Luis Ovando y Carlos Urrutia.
- El retiro de once oficiales generales, todos con más de tres décadas de servicio en funciones críticas de la defensa nacional.
- Un reordenamiento completo de divisiones, brigadas, comandos y direcciones institucionales.
Dentro de este escenario, la VI División aparece como una pieza fundamental del tablero estratégico, especialmente por su extensión geográfica, su despliegue operacional y su rol en el fortalecimiento de la presencia del Ejército en el norte del país.
Un 2026 de desafíos y responsabilidades
Con su designación, el general Javier Abarzúa Dasse asume una responsabilidad que trasciende lo administrativo: deberá conducir una división clave en un ciclo institucional marcado por nuevos liderazgos, exigencias operativas crecientes y un proceso de modernización permanente.
El Ejército, en su comunicado, felicitó a los oficiales ascendidos, destacando que cada nombramiento implica “nuevas y mayores responsabilidades” y la obligación de responder a la confianza que la ciudadanía deposita en la institución.







