
En plena votación, un ciudadano llegó a sufragar y descubrió que su nombre ya figuraba en el registro. La situación motivó la denuncia por posible suplantación de identidad y dejó a los vocales de mesa intentando desentrañar el misterio.
En la Escuela América de Arica, una tranquila jornada de votación se transformó en un episodio digno de una crónica policial. Todo comenzó cuando un ciudadano llegó a sufragar y, al consultar el libro de registro electoral, descubrió algo desconcertante: su nombre ya figuraba como si hubiera votado… pero él nunca había pasado por la mesa.
La confusión se volvió inmediata. Entre hojas de firmas, formularios y miradas incrédulas, los vocales de mesa intentaban descifrar cómo alguien podía aparecer registrado con el mismo RUT y nombre completo que otro votante. El detalle que abrió la alerta fue evidente: la firma de la primera inscripción no coincidía con la del ciudadano legítimo.
Sobre el episodio, la delegada local de la Escuela América, Daniela Cuadra, comentó:
«Antes de hablar específicamente de suplantación, eso es algo que tienen que determinar los tribunales. Podría existir la posibilidad de una suplantación de identidad, ya que en horas de esta mañana una persona vino a votar muy temprano y unas dos o tres horas más tarde concurrió otra persona con el mismo nombre y el mismo número de cédula de identidad. Con otra firma también, porque no era la misma firma del carné principal. Ante esa situación, se hacen las observaciones en el formulario 40 y la persona que llegó logró ejercer su voto como corresponde. Ya se hicieron las denuncias correspondientes a Carabineros para que esto pueda ser investigado.»
Mientras tanto, al votante original se le permitió ejercer su derecho sin mayores inconvenientes. La autoridad electoral recibió la denuncia y ahora los tribunales deberán determinar si existió o no suplantación de identidad.
El episodio dejó una sensación de inquietud entre los asistentes y vecinos que presenciaron los hechos. La Escuela América recuperó lentamente la calma, aunque la historia de un RUT usado dos veces recuerda que la seguridad y vigilancia del proceso electoral es clave para garantizar la transparencia y confianza de los votantes.






