
Una mujer iquiqueña de 62 años murió tras ser atropellada por un ciudadano colombiano que, en lugar de auxiliarla, huyó del lugar, ocultó el vehículo y hasta denunció falsamente su robo para encubrir el crimen. La Fiscalía de Iquique logró su detención y el tribunal decretó su prisión preventiva, calificando los hechos como un cuasidelito de homicidio y abandono de víctima.
El amanecer del jueves 6 de noviembre encontró a Iquique en calma. Las luces del borde costero titilaban aún sobre la avenida Héroes de la Concepción, cuando un automóvil color plata surcó la calle a toda velocidad. A bordo, un joven ciudadano venezolano sin licencia de conducir, apurado por razones que solo él conocía, convirtió segundos de descuido en una catástrofe: frente a la intersección con Tomás Bonilla, arrolló a una mujer de 62 años que cruzaba cerca de la línea peatonal.
La mujer cayó pesadamente al asfalto. El sonido metálico del impacto quedó suspendido en el aire, pero en vez de detenerse, el conductor pisó el acelerador y desapareció, dejando tras de sí el cuerpo inmóvil y una ciudad que, horas más tarde, comenzaría a buscar justicia.
La farsa del robo
El individuo —identificado por la Fiscalía como O.M.M., de nacionalidad colombiana— no solo huyó. Actuó con premeditación. De acuerdo con la investigación del fiscal Julio Sánchez, el hombre ocultó el vehículo Suzuki Swift en una vivienda, lo cubrió con nylon para tapar los daños y retiró las placas patentes para borrar toda huella. Luego, con descaro, se presentó ante Carabineros y denunció el supuesto robo del automóvil, intentando desviar la atención de los investigadores.
Pero la verdad, como la marea en Iquique, siempre termina saliendo a la superficie.
Las cámaras que hablaron
Fue gracias a las imágenes de seguridad levantadas por el OS9 de Carabineros, sumadas al empadronamiento de testigos, que el plan del fugitivo comenzó a desmoronarse. Los registros mostraban con claridad el vehículo y su trayectoria antes y después del atropello.
El Labocar confirmó que los daños del automóvil coincidían con el impacto registrado en el lugar del accidente. Y la SIAT, en un informe técnico demoledor, estableció que el conductor no solo manejaba sin licencia, sino también sin respetar la velocidad ni la prioridad peatonal.
Una vida que se apagó días después
La víctima, una iquiqueña de 62 años, fue trasladada al Hospital Regional Doctor Ernesto Torres Galdames, donde permaneció varios días en riesgo vital. Médicos y familiares sostuvieron una larga batalla contra el tiempo y las lesiones graves, pero la madrugada del domingo 9 de noviembre, su corazón no resistió. Murió sin haber recuperado la conciencia.
El dolor de su familia se transformó en indignación al conocer que el responsable intentó escapar mintiendo. “No solo le quitó la vida, también quiso borrar la verdad”, comentó entre lágrimas un cercano.
La caída del impostor
Con las pruebas reunidas, la Fiscalía formalizó cargos contra O.M.M. por cuasidelito de homicidio y huir del lugar del accidente sin prestar auxilio ni aviso a la policía. El juez de garantía acogió la solicitud de prisión preventiva, calificando su libertad como “un peligro para la seguridad de la sociedad y para el éxito de la investigación”.
El plazo para esclarecer todos los hechos se fijó en 70 días, durante los cuales la Fiscalía continuará indagando si existieron cómplices que colaboraron en ocultar el vehículo o en la denuncia falsa.
Una muerte que deja preguntas
El caso ha generado indignación en la comunidad iquiqueña, que exige sanciones ejemplares. ¿Cómo puede alguien dejar a una persona moribunda en la calle y, al mismo tiempo, tener la frialdad de inventar un robo? ¿Cuántas veces la mentira busca esconder la negligencia hasta que la justicia la desenmascara?
En el desierto del norte, donde el sol no da tregua y la verdad siempre arde, la historia de esta mujer quedará como un recordatorio de la fragilidad de la vida frente a la imprudencia y la cobardía.
Porque la justicia, tarde o temprano, alcanza incluso a quienes intentan cubrir sus delitos con plástico y falsedades.
🟢 IMPORTANTE ACLARACIÓN
De acuerdo con el principio de presunción de inocencia, toda persona acusada de un delito debe ser considerada inocente mientras no exista una sentencia judicial firme que determine su culpabilidad.
Esta nota aborda un proceso aún en desarrollo y no pretende prejuzgar los hechos ni el resultado final de las investigaciones.







