
La nadadora extrema Bárbara Hernández, conocida mundialmente como «La Sirena de Hielo», acaba de convertirse en la primera persona chilena en ingresar al Salón de la Fama de la Natación Internacional (International Marathon Swimming Hall of Fame, IMSHOF).
El reconocimiento, que distingue a los nadadores más destacados del mundo en aguas abiertas y nado de maratón, la incorpora oficialmente como “Nadadora de Honor” (Honor Swimmer), categoría reservada para deportistas con más de una década de trayectoria, hazañas de ultra distancia y una contribución significativa al desarrollo del deporte en sus países.
La ceremonia oficial se realizará en mayo de 2026 en San Diego, California, donde Hernández recibirá su placa y será incorporada oficialmente al registro histórico de la IMSHOF, considerado el máximo honor que puede recibir un atleta de aguas abiertas.
Con este reconocimiento, Bárbara Hernández se convierte en la séptima mujer latinoamericana en ingresar al Salón de la Fama de la Natación Internacional, sumándose a un grupo selecto integrado por las argentinas Lilian Harrison y Pilar Geijo, las brasileñas Poliana Okimoto y Ana Marcela Cunha, la mexicana Nora Toledano y la paraguaya María Dígna Ezcurra de Ortellado. Su incorporación consolida la presencia femenina latinoamericana en el máximo registro histórico del nado de maratón, y reafirma el creciente protagonismo de la región en las aguas abiertas del mundo.
TRAYECTORIA FORJADA EN FRÍO, DISTANCIA Y PERSEVERANCIA
De profesión psicóloga, Bárbara Hernández de 39 años, ha dedicado más de una década a la natación extrema y 23 años en Aguas Abiertas, con logros que la han posicionado como una de las mejores del mundo en su disciplina: ha completado los cruces de los siete mares, la Triple Corona de la natación de aguas abiertas y, en julio de 2025, realizó un doble cruce del Canal de La Mancha, uno de los desafíos más exigentes del planeta, entre otros.
El comité internacional valoró no solo sus marcas deportivas, sino también su consistencia, influencia y liderazgo en el desarrollo del nado de aguas abiertas en Chile y el mundo.
Este es un reconocimiento al legado, no solo a los logros. La IMSHOF premia la constancia, la ética y el impacto positivo de un atleta sobre su comunidad y su deporte.
Para Hernández, la distinción es el cumplimiento de un sueño: “Este reconocimiento me trae los recuerdos de mi infancia, cuando mi abuelo me contaba las historias del Tiburón Contreras como un referente en la natación de aguas abiertas”, comenta emocionada.

“Demostrarte que se pueden lograr grandes cosas desde un deporte no tradicional, sin ser olímpico, y viniendo de una ciudad sin mar y desde Recoleta, tiene un valor enorme. Al fin estoy entre los mejores nadadores del mundo de ultra distancia. Ahora tengo mi propia estrella de mar de la fama”.
La chilena, que ha dedicado su carrera a visibilizar la natación en aguas frías y a promover el deporte como herramienta de resiliencia, enfatizó la importancia del trabajo en equipo y el apoyo nacional:
“Quiero agradecer a mi familia, a mi marido y a mi equipo, a la Armada de Chile y a todos los medios que me han acompañado en este camino. Este reconocimiento también es de ellos, y de todas las personas que creyeron en mí cuando aún no era La Sirena de Hielo”.
DISTINCIÓN QUE TRASCIENDE FRONTERAS
El ingreso de Bárbara Hernández a la IMSHOF marca un hito histórico para Chile y América Latina, uniéndola a figuras como Nora Toledano (México), Pilar Geijo (Argentina) y Ana Marcela Cunha (Brasil), quienes también forman parte de este selecto grupo de nadadoras que han dejado huella en la historia del deporte.
“Mi mensaje para las nuevas generaciones es que recuerden que los sueños se construyen en años y a las generaciones mayores el que nunca es tarde. Todo comenzó cuando tenía 17 años, la primera vez que nadé en aguas abiertas sin traje de neopreno, cruzando de Niebla a Corral en Valdivia, donde las mujeres nunca habían ganado una general y lo logré, porque me adapto a la adversidad y persisto”, agregó.
Con esta incorporación, Bárbara Hernández consolida su lugar entre las leyendas del nado mundial y reafirma su misión: poner a Chile en el mapa de la natación de ultra distancia, desde el fin del mundo hacia el resto del planeta.








