
Ciberdelincuentes suplantan la identidad del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) con correos electrónicos que prometen falsos “depósitos de excedentes”. La institución alerta: no abrir enlaces, no entregar datos personales y verificar toda comunicación a través de los canales oficiales.
El engaño que viste de Estado: así operan los falsos correos del SAG
El mensaje parece inocente. Llega a la bandeja de entrada con el logo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y un tono formal que promete un supuesto “depósito de excedentes históricos”. En el cuerpo del correo, una invitación tentadora: hacer clic en un enlace para agregar la cuenta bancaria donde se realizará el pago, pero detrás de esa fachada institucional se esconde una trampa cuidadosamente construida para robar información personal y financiera.
El propio SAG encendió las alarmas, tras detectar una serie de correos electrónicos maliciosos que intentan suplantar su identidad para capturar datos sensibles de los usuarios. El fraude se camufla bajo la apariencia de una comunicación oficial, pero en realidad es un intento de phishing, una de las técnicas más comunes del cibercrimen moderno.
Los detalles del engaño
Los delincuentes digitales se hacen pasar por funcionarios del Servicio y envían mensajes desde cuentas falsas que imitan su estructura visual. Sin embargo, el detalle clave —y el que puede salvar a muchos— está en el dominio del correo: toda comunicación auténtica del SAG proviene exclusivamente de direcciones terminadas en “@sag.gob.cl”.
Cualquier mensaje que llegue desde Gmail, Hotmail, Yahoo o similares debe ser considerado fraudulento. Además, el SAG nunca envía enlaces de pago directo ni solicita información bancaria por correo electrónico.
Todos los pagos se realizan únicamente a través de la Tesorería General de la República, con ingreso mediante Clave Única o certificado digital.
La huella del fraude
Los correos falsos suelen tener características reconocibles: errores ortográficos, redacción apresurada, amenazas veladas (“su trámite vencerá hoy mismo”) y una insistencia en que el usuario actúe de inmediato.
“Ese sentido de urgencia es la trampa perfecta”, advierten desde el organismo. “Buscan que la víctima haga clic antes de pensar”.
El SAG insta a la ciudadanía a no abrir enlaces, no descargar archivos adjuntos y jamás entregar contraseñas o datos financieros por correo.
En caso de haber caído en la estafa, se recomienda denunciar de inmediato ante la PDI o Carabineros.
📞 Canales seguros y medidas de protección
Para verificar cualquier comunicación, el SAG dispone de canales oficiales de atención:
- Centro de Atención de Usuarios: +56 2 2345 1100
- Correo: oficina.informaciones@sag.gob.cl
- Oficinas regionales: disponibles en todo el país
“Queremos proteger a nuestra comunidad. La confianza en las instituciones también se defiende en el mundo digital”, enfatizan desde el Servicio.
Un reflejo de los nuevos tiempos
El caso del “falso SAG” no es aislado. En los últimos meses, múltiples organismos públicos y privados en Chile han sido blanco de imitaciones virtuales que buscan confundir al ciudadano común. En la era de la hiperconexión, el correo electrónico —ese viejo compañero de oficina— se ha convertido en el escenario de una guerra silenciosa entre el engaño y la precaución.
El fraude digital adopta nuevos rostros cada día, y esta vez eligió el del Estado chileno. Pero el enemigo no es invisible: está en los detalles. Un punto fuera de lugar, un dominio extraño o un enlace sospechoso pueden marcar la diferencia entre la seguridad y la estafa.
El SAG lo deja claro: la precaución también es una forma de defensa ciudadana.







