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RECOLETA LLORA A ESTEBAN: EL NIÑO QUE IBA CAMINO A CASA Y TERMINÓ SIENDO SÍMBOLO DEL HARTAZGO FRENTE A LA DELINCUENCIA

La calle huele a flores, a velas derretidas y a rabia contenida. En cada esquina de Recoleta, los golpes de las cacerolas suenan como un grito colectivo que mezcla impotencia y dolor. El eco no busca hacer ruido: busca justicia.

En medio del murmullo, una fotografía enmarcada —la de un niño de sonrisa tímida y mirada dulce— se alza entre globos blancos. Se llama Esteban Hermosilla, tenía apenas 12 años, y el lunes su vida se apagó en un instante brutal: el furgón escolar que lo llevaba de regreso a casa fue embestido por un auto en fuga conducido por dos delincuentes.

La persecución, el impacto y el silencio

Eran las 16:00 horas del lunes 20 de octubre, cuando el ruido de motores a alta velocidad rompió la rutina del barrio. Un vehículo, que huía tras un robo, atravesó sin detenerse una intersección en Santos Dumont con Humorista Carlos Helo. En segundos, el estruendo de metal y gritos inundó la calle.

El choque fue devastador: el furgón escolar se volcó tras el impacto. Dentro, los niños lloraban, atrapados entre mochilas, vidrios y miedo. Esteban no sobrevivió.

El conductor del furgón y su hija resultaron heridos, al igual que otros cinco menores, que milagrosamente escaparon con lesiones leves.

Los responsables —Iván Esteban Gómez Obreque (28) y Claudio Enrique Gaete Quiroz (31)— fueron detenidos en el lugar. Ambos tenían un extenso prontuario: más de veinte detenciones por robo, microtráfico y porte de armas. Uno de ellos dio positivo por consumo de cocaína.

El Ministerio Público los formalizó por homicidio consumado con dolo eventual y robo con sorpresa. Hoy, permanecen en prisión preventiva, mientras la comunidad exige que esta vez la justicia no llegue tarde.

La velatón que unió a una comuna

Cuando cayó la noche del martes, más de doscientas personas se reunieron frente a la casa de la familia Hermosilla. Vecinos, compañeros de curso, apoderados del Colegio Rafael Sanhueza, y hasta desconocidos llegaron con flores, velas y lágrimas compartidas.

“Esteban no solo era un niño, era alegría pura… siempre llegaba sonriendo”, dijo una de sus profesoras, con la voz quebrada.

Las velas formaron un corazón en la calzada. Los niños soltaron globos blancos que se perdieron en el cielo de Recoleta. Y justo a las nueve en punto, el sonido metálico de las cacerolas comenzó a expandirse desde distintas poblaciones: Patronato, Santos Dumont, Einstein, Dorsal.
Fue un reclamo colectivo, un “¡basta!” que resonó más fuerte que el dolor.

Voces que claman justicia

En la esquina donde todo ocurrió, los vecinos levantaron una animita improvisada. Flores, dibujos, cartas y un cartel que resume la indignación general:

“Murió un niño inocente, y los culpables son quienes deberían protegernos”.

Una madre del sector, que presenció el accidente, aún no logra borrar las imágenes:

“Vi el furgón volar y los niños gritar. Corrimos, tratamos de ayudar, pero fue terrible… ese ruido, esos gritos, no se me van a olvidar nunca”.

Otros exigieron medidas reales y no solo discursos:

“Cada semana hay asaltos, balaceras, persecuciones. No queremos mártires, queremos vivir sin miedo”, comentó un vecino mientras sostenía una cacerola abollada entre sus manos.

Dolor que se transforma en mensaje

La tragedia de Esteban removió a toda una comuna, pero también evidenció el cansancio de una ciudadanía que se siente abandonada ante la violencia cotidiana.
Recoleta no solo llora a un niño; reclama un país más seguro, una justicia que actúe antes de que otra vida se apague.

En la puerta de la casa, la madre de Esteban, rodeada de abrazos y silencio, mira al cielo mientras las velas titilan en la oscuridad. “Que nadie más tenga que pasar por esto”, susurra.

Y así, mientras las cacerolas siguen repicando en la noche, el nombre de Esteban Hermosilla deja de ser solo el de un niño víctima de la delincuencia.
Se convierte en símbolo. En memoria.
En un llamado urgente a despertar.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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