
En un golpe que retumbó en todo Chile, Mauricio Ortega, ex pareja de Nabila Rifo, salió de prisión tras cumplir parte de su condena por el brutal ataque que dejó ciega a la mujer, despertando una ola de indignación, miedo y críticas hacia el sistema judicial.
La Corte de Apelaciones de Coyhaique otorgó la libertad condicional al condenado, alegando “conducta intachable”, a pesar de que el informe de Gendarmería no recomendaba su salida.
Ortega fue condenado inicialmente a 26 años de cárcel por femicidio frustrado, lesiones graves gravísimas y violación de morada, tras atacar a su expareja en mayo de 2016. La pena fue rebajada a 18 años por la Corte Suprema, que desestimó el delito de femicidio frustrado. Ahora, tras más de 8 años de reclusión, obtuvo el beneficio que ha despertado la alarma de expertos, autoridades y organizaciones feministas.
El Estado reacciona: Gobierno apela y refuerza protección a la víctima
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, fue clara: “Apelaremos de inmediato la libertad condicional para que Ortega cumpla el resto de su condena, y hemos solicitado medidas de protección adicionales para Nabila Rifo en Coyhaique”, afirmó desde el Congreso. La autoridad recalcó además que el Sernameg, querellante en el caso, no fue escuchado durante la decisión, lo que constituye una irregularidad procesal.
Por su parte, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, subrayó que el informe técnico de Gendarmería no avalaba la liberación: “Los informes psicosociales deben evaluar el riesgo de reincidencia. En este caso, Gendarmería no recomendaba la libertad condicional”, explicó, evidenciando una tensión entre los criterios judiciales y técnicos.
El horror que marcó a Nabila Rifo
El 6 de mayo de 2016, la vida de Nabila Rifo cambió para siempre. Su ex pareja la atacó de forma brutal, provocándole pérdida total de la visión y heridas irreversibles. Desde entonces, Nabila se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género en Chile, llevando su historia a tribunales, medios de comunicación y movimientos sociales.
Hoy, la libertad de su agresor no solo reabre viejas cicatrices, sino que también revive el debate sobre la protección de las víctimas y la eficacia del sistema judicial chileno, que, para muchos, falla en garantizar justicia completa ante crímenes de violencia machista.
Una sociedad en shock
En las calles de Coyhaique y a través de redes sociales, el descontento crece. Vecinos y ciudadanos expresan su temor y su incredulidad ante la decisión judicial: “Es indignante. Salió antes de tiempo y Nabila sigue cargando con las secuelas, mientras Ortega obtiene la libertad”, comenta una residente.
El caso pone nuevamente en evidencia la brecha entre el cumplimiento de la pena y la reparación real del daño, recordando que la violencia de género no es solo un problema individual, sino un desafío estructural que requiere cambios profundos en leyes, tribunales y políticas de protección.
Lo que viene: apelación y medidas de seguridad
El Gobierno ha anunciado que llevará la apelación a la Corte Suprema, buscando revertir la decisión y asegurar que Ortega cumpla el tiempo restante de su condena. Mientras tanto, Nabila Rifo continúa su lucha por justicia y protección, siendo su caso un termómetro de la respuesta del país frente a la violencia contra la mujer.
Datos clave del caso
- Condena inicial: 26 años (2017)
- Pena rebajada: 18 años por recalificación de delito
- Tiempo cumplido en prisión: 8 años y 2 meses
- Fecha de libertad condicional: 6 de octubre de 2025
- Medidas de protección para Nabila Rifo: sí, reforzadas por el Gobierno