
Tras décadas de servicio y navegación en aguas nacionales, el Contraalmirante Marcelo Zoppi Pimentel baja el ancla y se acoge a retiro. Su lugar será ocupado por el Capitán de Navío Fernando Méndez Cañas, quien asume el desafío de liderar la Cuarta Zona Naval, en medio del nuevo Alto Mando aprobado por el Presidente Gabriel Boric para el año 2026.
El océano Pacífico vuelve a ser escenario de cambios y nuevos rumbos. En una jornada marcada por relevos y ascensos dentro de la Armada de Chile, el nombre del Capitán de Navío Fernando Méndez Cañas emerge como uno de los protagonistas del flamante Alto Mando Naval 2026, aprobado por el Presidente Gabriel Boric Font.
Méndez Cañas asumirá oficialmente como Comandante en Jefe de la Cuarta Zona Naval, relevando al Contraalmirante Marcelo Zoppi Pimentel, quien pasa a retiro tras una extensa carrera en la Marina, dejando una huella reconocida por su liderazgo, disciplina y compromiso con el norte del país.
El anuncio fue realizado tras la aprobación presidencial del nuevo organigrama institucional, elaborado por la Ministra de Defensa, Adriana Delpiano Puelma, quien destacó la renovación de mandos y la continuidad de la tradición naval con una mirada moderna y estratégica.
Un nuevo ciclo para la Armada de Chile
El Alto Mando 2026 estará encabezado por el Almirante Fernando Cabrera Salazar, quien será el nuevo Comandante en Jefe de la Armada, mientras que el Vicealmirante Raúl Zamorano Goñi asumirá como Jefe del Estado Mayor General.
En total, siete oficiales generales y superiores pasaron a retiro, entre ellos los vicealmirantes Leonardo Chávez Alvear y Roberto Zegers Leighton, así como los contraalmirantes Klaus Hartung Sabugo, Ricardo Chiffelle Ruff, Marcelo Zoppi Pimentel, Nelson Saavedra Inostroza, y el Comodoro Alejandro Arrieta De la Maza.
La renovación abre paso a una nueva generación de mandos: ascienden a vicealmirantes César Delgado Boffil, Arturo Oxley Lizana, Juan Pablo Marín Fernández y Daniel Muñoz Miranda, mientras que varios capitanes de navío y comodoros alcanzan el grado de contraalmirante, entre ellos Fernando Méndez Cañas, quien tomará el control de la Cuarta Zona Naval.
El liderazgo de Méndez Cañas: experiencia, rigor y visión estratégica
Con una sólida trayectoria en operaciones marítimas y conducción de personal, el nuevo Comandante en Jefe de la Cuarta Zona Naval, Fernando Méndez Cañas, asume el cargo con la misión de reforzar la presencia institucional en el norte, potenciar la seguridad marítima y fortalecer la cooperación con las comunidades costeras.
Fuentes cercanas a la institución destacan su perfil técnico, su liderazgo cercano y su mirada estratégica hacia el desarrollo logístico y operativo de la Armada en una de las zonas más desafiantes del país.
Su arribo marca también un cambio generacional, en sintonía con el espíritu de modernización que busca imprimir el actual Gobierno en las Fuerzas Armadas, manteniendo los valores históricos de la Marina pero adaptándolos a los nuevos desafíos nacionales e internacionales.
Un adiós con historia
El retiro del Contraalmirante Marcelo Zoppi Pimentel simboliza el cierre de un ciclo dentro de la Armada. Durante su gestión, Zoppi fue reconocido por su férrea conducción de la Cuarta Zona Naval y su compromiso con las operaciones de apoyo a la ciudadanía en contextos de emergencia.
Fuentes institucionales destacaron su “vocación de servicio inquebrantable y su profundo sentido del deber”, atributos que lo acompañaron desde su ingreso a la Escuela Naval.
Un Alto Mando con rumbo claro
Para el año 2026, la Armada de Chile proyecta un equipo de mando que combina experiencia, renovación y continuidad operacional. Bajo el liderazgo del Almirante Cabrera Salazar, la institución busca consolidar su rol en defensa, seguridad marítima y apoyo a la comunidad.
El Presidente Gabriel Boric Font destacó que esta renovación “representa un paso importante en la construcción de una Armada moderna, profesional y conectada con las necesidades del país y sus territorios marítimos”.
Mientras tanto, en las costas del norte, el relevo entre Zoppi y Méndez ya se prepara: una ceremonia que no solo marca un cambio de nombres, sino la continuidad de una historia que navega —firme— entre tradición y futuro.