
Con chaleco amarillo y esposado de pies y manos, uno de los cinco imputados del Caso Narco FACH ingresó a la sala N.° 3 del Juzgado de Garantía de Iquique para prestar declaración voluntaria ante el tribunal. Por orden del magistrado Ricardo Leyton, no se permitió revelar su identidad ni registrar imágenes de su rostro.
El hombre, ex mecánico de aeronaves en la Base Aérea Los Cóndores, narró en detalle el día que lo vinculó al hallazgo de casi cinco kilos de ketamina en un vuelo militar. Según explicó, su jornada comenzó a las 7:30 horas, cuando se desempeñaba como mecánico de cancha, un rol que asumía de manera esporádica debido a sus funciones principales como tripulante de helicóptero y responsable logístico del grupo de aviación.
En su relato, el imputado detalló: «Mi servicio empezó a las 7.30. Como estaba nombrado de mecánico de cancha tenía que dirigirme al COA, el centro de operaciones aéreas, donde nos informan sobre los vuelos del día. Ese día me asignaron dos vuelos, uno a las 13 horas y otro a la medianoche, este último posiblemente clasificado«.
Sobre el contacto inicial que derivó en la entrega de la maleta, señaló: «Recibí un llamado de un número desconocido, y me contestó una persona masculina que se presentó como el cabo primero con inicial P. Me preguntó si estaba hablando con el cabo primero R.S. y si yo era el mecánico de cancha, a lo cual respondí que sí. Él me dijo que necesitaba un favor, que se le había quedado una maleta en la zona de Iquique y necesitaba que la enviara junto con el vuelo de la noche«.
El imputado aseguró que no sospechó nada extraño: «No me pareció raro, porque un funcionario de la Fuerza Aérea tiene acceso a la orden del día. Él me dijo que tenía todo coordinado con la tripulación, y yo confié en su palabra«. Agregó que recibió instrucciones adicionales por WhatsApp, confirmando que el vuelo se realizaría: «Me comunica mediante WhatsApp que el vuelo estaba confirmado y que un camarada me dejaría la maleta«.
Relató cómo trasladó la maleta dentro de la base: «Tomé la maleta y me dirigí al grupo donde estaba trabajando. Al momento de transportarla, escuché sonidos de botellas y supuse que eran de alcohol«. Durante ese tiempo, continuó con sus tareas de logística y ornamentación de la sala, cumpliendo plazos establecidos por superiores, y aseguró que siempre actuó confiando en la cadena militar: «Prácticamente estaba más preocupado de trabajar en mis labores de logística y de ornamentación«.
Acerca del momento en que finalmente se descubrió la droga, el imputado declaró: «Al descender la maleta, un oficial en retiro me pregunta por ella y le dije que era un favor de un camarada. Luego la maleta pasó por rayos X y se encontraron cuatro paquetes sospechosos. Ahí me informaron que era droga, ketamina, y fui detenido«.
El imputado también explicó cómo entregó voluntariamente su celular para las pesquisas: «Entregué todo mi celular y di la clave para la revisión«. Subrayó que en ningún momento buscó ocultar la maleta: «Yo subí por la parte delantera del avión, donde estaba todo el personal y el sector más iluminado. Nadie me objetó nada en ese momento«.
En paralelo, su padre se manifestó frente al tribunal y medios presentes, enfatizando la versión de inocencia de su hijo: «Mi hijo ratificó lo que ha dicho siempre. Fue engañado y actuó inocente al recibir la maleta«, aseguró. Además, sostuvo que existe evidencia respaldatoria: «Hay un informe de la PDI que ratifica lo mismo y la confesión de las personas involucradas confirma que R.S. no sabía nada«.
El padre también advirtió que no se trata de un hecho aislado: «Según la causa, hubo vuelos anteriores en los que participaron otras personas en el puesto de R.S. y de la tripulante, que también fueron utilizados«. Subrayó su preocupación por la investigación: «Nos preocupa que estos antecedentes, especialmente el informe de la PDI, hasta ahora no se han considerado adecuadamente«.
Finalmente, reafirmó la convicción familiar sobre la inocencia del imputado: «Se mantiene la inocencia de mi hijo. Es lo que hemos sostenido siempre, y esperamos que la investigación avance y se esclarezcan todos los hechos«.
Claudio Roe, abogado defensor del imputado, amplió la perspectiva legal sobre la comparecencia: «La audiencia de hoy fue fundamental porque R.S. pudo declarar directamente frente al juez de garantía y complementar su versión. Desde que fue detenido por la Fuerza Aérea, ha mantenido consistencia absoluta en sus declaraciones ante la Fiscalía y la PDI, aclarando que desconocía completamente la presencia de la ketamina y que su actuación fue motivada por la confianza en un camarada militar«.
El abogado insistió en que la imputación es desproporcionada: «La mayor acusación no es que R.S. forme parte de una organización ni que sea un traficante. Se le imputa por no haber seguido un protocolo, específicamente pasar la maleta por rayos X. Sin embargo, él actuó confiando en la coordinación militar y en las instrucciones que recibió de sus superiores«.
Roe anunció que solicitarán la revisión de la prisión preventiva, considerando que la medida resulta excesiva frente a la imputación real: «Nuestra estrategia es demostrar que R.S. cumplió funciones rutinarias, que actuó bajo instrucciones de un camarada y que nunca tuvo intención de involucrarse en tráfico de drogas«, concluyó.
El caso continúa bajo investigación, mientras la defensa insiste en que el imputado fue víctima de manipulación interna, limitándose a cumplir tareas rutinarias dentro de sus funciones logísticas y mecánicas.