
Este lunes se confirmó el fallecimiento de David Isaías Gómez Valenzuela, de 29 años, quien había cumplido recientemente una condena por porte de bomba molotov en las afueras de la Subcomisaría Parque Brasil, en septiembre de 2020.
Su nombre alcanzó notoriedad pública cuando, en julio de 2021, el entonces diputado y candidato presidencial Gabriel Boric lo visitó en la cárcel Santiago 1, en medio de la discusión sobre la situación de los llamados “presos de la revuelta”.
La causa de su muerte aún no ha sido confirmada oficialmente. Sin embargo, Rafael Montencinos, exlíder de la Lista del Pueblo, sostuvo que el joven decidió poner fin a su vida.
Desde redes sociales ligadas a la agrupación lamentaron su partida y apuntaron a la falta de programas efectivos de apoyo psicológico, reinserción laboral y reparación para quienes fueron encarcelados o resultaron heridos en el contexto del estallido social.
En esa misma línea, la senadora Fabiola Campillai expresó su pesar y cuestionó el rol del Estado en estas materias: “Su partida nos inunda de tristeza y de indignación. Como él, son cientos las víctimas —mutilados, fallecidos y sus familias— quienes han sido abandonados. Una reparación integral y una Comisión de Verdad aún no son realidad”, señaló.
QUIÉN ERA DAVID GÓMEZ
Gómez había nacido en Santiago y se desempeñaba como peoneta en labores de carga. Su única condena previa databa de 2013, por hurto y amenazas. Fue detenido el 11 de septiembre de 2020 con una botella con líquido combustible, una mecha y un encendedor, hechos por los que se le imputó porte de artefacto incendiario.
La defensa siempre sostuvo su inocencia, asegurando que él se encontraba bebiendo con amigos y que los peritajes no habían detectado rastros de combustible en sus manos, aunque sí se halló kerosene en sus bolsillos.
Tras pasar meses en prisión preventiva, en febrero de 2022 obtuvo arresto domiciliario total, pero un mes después fue condenado a 3 años y un día de presidio efectivo. La Corte Suprema, en septiembre de ese mismo año, rechazó un recurso de nulidad y ratificó la sentencia.
La historia de David Gómez, marcada por la pérdida de su madre durante su tiempo en prisión y por el estigma de su condena, vuelve hoy a poner en la agenda el debate sobre las promesas de reparación y acompañamiento a los jóvenes procesados o encarcelados en el marco del estallido social.