
La noche del viernes 19 de septiembre, los vecinos de la Región del Maule fueron testigos de un episodio que parece sacado de una película, pero que tuvo como protagonista nada menos que al alcalde de Vichuquén, Patricio Rivera Bravo (RN). El jefe comunal terminó detenido tras conducir un vehículo fiscal en evidente estado de ebriedad y darse a la fuga de un control policial.
La huida por la Ruta J-60
El reloj marcaba pasadas las nueve de la noche cuando el automóvil municipal en que viajaba Rivera avanzaba a gran velocidad por la Ruta J-60, adelantando imprudentemente a otros conductores. Los reportes iniciales dieron cuenta de un manejo errático y temerario, lo que encendió las alarmas de Carabineros del retén La Huerta.
Al intentar detenerlo en un control rutinario, el alcalde no solo se negó a colaborar: pisó el acelerador y escapó rumbo a la comuna de Hualañé, iniciando una breve pero peligrosa persecución.
La caída en La Cuesta Colorada
El escape terminó en el sector de La Cuesta Colorada, donde los funcionarios lograron darle alcance. Tras detenerlo, los uniformados aplicaron la prueba respiratoria, que arrojó 1,78 gramos de alcohol por litro de sangre, más del doble del límite legal que establece el estado de ebriedad en Chile (0,8 gramos).
El resultado dejó en evidencia la gravedad de la situación: un alcalde conduciendo borracho, en un auto pagado con recursos municipales, y poniendo en riesgo tanto su vida como la de otros conductores.
Una noche en la tenencia
Rivera fue trasladado a la Tenencia de Carabineros de Hualañé, donde pasó la noche detenido. Según explicó el fiscal jefe (s) de Licantén, Jaime Rojas, el edil será formalizado en las próximas horas por los delitos de conducción en estado de ebriedad y huida de un control policial.
La Fiscalía solicitará medidas cautelares como arraigo nacional y la suspensión de su licencia de conducir, considerando que, pese a la gravedad de lo ocurrido, el episodio no dejó personas lesionadas ni daños materiales.
Un golpe político y ético
El caso genera un duro golpe a la imagen del alcalde, quien en más de una ocasión había apelado públicamente al “ejemplo de probidad” que deben dar las autoridades comunales. Hoy, en cambio, enfrenta un proceso judicial que podría complicar seriamente su futuro político.
La comunidad de Vichuquén, conocida por sus playas y su tradicional lago, se encuentra sorprendida y expectante. Muchos se preguntan si el jefe comunal podrá seguir al mando después de protagonizar un episodio que combina irresponsabilidad, abuso de poder y un desprecio abierto por la ley que juró respetar.