
A diez años de la partida de Margot Loyola Palacios y a días de celebrar las Fiestas Patrias, La Moneda se vistió de tradición y emoción. En el Salón Montt Varas, la décima edición del Premio a la Trayectoria Nacional en Cultura Popular Margot Loyola Palacios 2025 reconoció a quienes han dedicado su vida a preservar, difundir y enriquecer la cultura tradicional chilena.
La ceremonia, marcada por un aire de respeto y solemnidad, estuvo encabezada por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, acompañada de la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez, y la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Nélida Pozo.
Directores regionales del Servicio de Patrimonio viajaron desde distintos puntos del país para acompañar a los galardonados y ser testigos de un reconocimiento que cruza generaciones y territorios.
“Hace un poco más de 10 años Margot partió de este mundo dejándonos un legado imprescindible. Este premio nos permite recordarla y, al mismo tiempo, destacar a quienes han seguido su senda, contribuyendo al fortalecimiento de la cultura tradicional chilena”, señaló la ministra Arredondo, con la voz entrecortada por la emoción.
Entre aplausos y sonrisas cómplices, se entregaron los galardones a María Lucy Casanova Toledo, Isabel Pakarati Tepano, Juan Estanislao Pérez Ortega y Víctor Irenio Lecaros Lecaros, cada uno con una historia de vida que refleja décadas de trabajo, pasión y compromiso por las raíces culturales del país.
Historias que marcan generaciones
María Lucy Casanova Toledo, desde la Región Metropolitana, dedicó más de seis décadas a enseñar, investigar y difundir la cultura tradicional chilena. “Mi mayor orgullo es haber podido transmitir a los niños la música, la danza y la tradición oral. Cada canción es un hilo que nos conecta con nuestra historia”, comentó durante la ceremonia. Su trabajo con conjuntos infantiles, obras discográficas y organizaciones como CONACOF, UNAFO y ANFOLCHI, la posiciona como una referente ineludible del folclore nacional.
Desde la Isla de Pascua, Isabel Pakarati Tepano sorprendió al público con una breve muestra del Kai Kai, tradición oral ancestral reconocida como patrimonio inmaterial de Chile. Con más de cincuenta años dedicados a la salvaguarda de la cultura rapa nui, Pakarati Tepano recordó cómo fundó el Taller Mana’u Tupuna en 1994 y cómo su labor ha logrado llevar la riqueza de su pueblo más allá de las fronteras isleñas. “Cada relato, cada canción, es una semilla que planta identidad en nuestros jóvenes”, afirmó, rodeada de su familia.
Juan Estanislao Pérez Ortega, académico e investigador de la Región de Valparaíso, ha dedicado más de seis décadas a la enseñanza de música, filosofía y cultura tradicional chilena. Su labor en la creación del Instituto de Estudios de Cultura Tradicional Chilena y su vasta producción de libros, registros sonoros y artículos, consolidan su influencia como uno de los pilares del estudio del folclore nacional. “La cultura popular no solo se aprende; se vive, se siente y se comparte”, enfatizó durante su intervención.
Finalmente, desde la Región de O’Higgins, Víctor Irenio Lecaros Lecaros, conocido cariñosamente como “Don Vito”, recibió el premio como guardián del canto a lo divino y la poesía popular campesina. Con casi un siglo de vida y más de sesenta años de entrega artística, su obra, compilada en El libro antiguo. Vida y obra de Víctor Lecaros, se ha convertido en un testimonio invaluable para futuras generaciones. “Cada verso que canto lleva el pulso de nuestro pueblo. Es un privilegio vivir y contar estas historias”, expresó entre aplausos.
Menciones honrosas: celebrando la diversidad regional
En esta edición especial del premio, se otorgaron 10 menciones honrosas a artistas y gestores culturales de distintas regiones: Tarapacá, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule y La Araucanía. La iniciativa busca destacar a quienes, aunque no alcanzan el galardón principal, han dejado una huella significativa en la preservación y promoción de la cultura local.
Un legado que trasciende el tiempo
El Premio Margot Loyola Palacios, instaurado en 2016, honra la memoria de una de las mujeres más influyentes de la cultura chilena del siglo XX. Reconocida por su trabajo académico, docente y de investigación, Loyola contribuyó a la creación del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile, uno de los mayores repositorios de música tradicional y contemporánea en América Latina.
“Margot Loyola nos enseñó que la cultura es un puente entre generaciones. Hoy, celebramos a quienes continúan ese camino, asegurando que nuestras tradiciones sigan vivas y vibrantes”, concluyó Carolina Arredondo.
La ceremonia, en la antesala del 18 de septiembre, fue acompañada por presentaciones musicales de Emma Madariaga, Tesoro Humano Vivo, y el guitarronero Arturo Varela, junto a su hijo Exequiel Varela, quienes brindaron un cierre emotivo a un homenaje cargado de historia, emoción y reconocimiento.