
La tranquilidad de las calles de Iquique se vio reforzada por la acción de Carabineros, quienes en un operativo de la SEBV (Sección de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos) lograron detener a dos mujeres prófugas de la justicia, cada una con antecedentes que alertan sobre su peligrosidad.
La primera, una mujer de 45 años, permanecía oculta 660 días tras ser procesada por conducción en estado de ebriedad sin licencia, delito que había cometido en mayo de 2023. Pero este hecho apenas roza su historial: acumulaba siete detenciones previas por la misma infracción, lo que motivó su inclusión en el Registro Nacional de Prófugos de la Justicia desde 2024. Su captura pone fin a más de un año y medio de evasión de la ley.
La segunda, una mujer de 65 años, pertenecía a una organización criminal dedicada al mercado clandestino de vehículos robados, operando entre 2014 y 2018 en la zona central de Chile. La banda fue desarticulada tras un golpe policial en 2018 que permitió incautar 124 vehículos, cinco armas de fuego, equipos para oxicorte y diversos inhibidores de señales. Entre los delitos que se le imputan destacan receptación, estafa, contrabando, lavado de activos, asociación ilícita y delitos reiterados con violencia e intimidación, revelando la magnitud de su accionar criminal.
Ambas mujeres fueron puestas a disposición del Tribunal de Garantía de Iquique y del Tribunal de Garantía de San Bernardo, donde enfrentarán el control de detención correspondiente.
Con estas capturas, Carabineros no solo demuestra eficacia en la localización de prófugos, sino también su rol clave en interrumpir redes criminales que operan con impunidad, enviando un mensaje claro: la justicia alcanza incluso a quienes intentan eludirla por años.