HAMÁS CEDE ANTE PRESIÓN Y ACEPTA PLAN DE ALTO EL FUEGO EN GAZA

En medio de temores por una ocupación total de la Franja de Gaza por parte del ejército israelí, Hamás aceptó este lunes una propuesta de alto el fuego presentada por mediadores egipcios y qataríes, según confirmó un alto cargo del grupo islamista a la agencia AFP.
“Hamas presentó su respuesta a los mediadores y confirmó que el movimiento y las facciones palestinas han aceptado la nueva propuesta de alto el fuego sin solicitar modificaciones”, declaró la fuente bajo condición de anonimato.
La propuesta contempla un cese de hostilidades de 60 días, la liberación de diez rehenes israelíes y el ingreso masivo de ayuda humanitaria al enclave.
Según información de EFE, la aceptación de Hamás incluye “congelar las actividades del ala militar de la resistencia, pero no desarmarla”, una medida destinada a evitar que Israel reanude ataques tras recibir a los prisioneros. Además, el plan prevé el despliegue de una fuerza internacional conjunta europea y árabe para garantizar la implementación del alto el fuego y evitar vacíos de seguridad en Gaza.
Hamás también confirmó que renunciaría a la administración política del enclave durante el período de transición. Actualmente, existen 5.000 policías palestinos preparados en Egipto, que podrían ser desplegados junto a la fuerza internacional para mantener la seguridad.
Por su parte, Israel aún no ha confirmado su aceptación del acuerdo. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu señaló que Hamás “se encuentra bajo una presión atómica” tras la publicación de planes de ocupación total del enclave por parte de Israel. Entre las condiciones que exige Tel Aviv está la liberación inmediata de todos los secuestrados, el desarme de Hamás, la desmilitarización del territorio y la instalación de un gobierno que conviva en paz con Israel, ajeno a Hamas y a la Autoridad Palestina.
En respuesta, el Primer Ministro palestino, Mohamed Mustafa, indicó desde el paso de Rafah que el gobierno palestino está preparado para administrar Gaza con el apoyo de los mediadores egipcios y qataríes. “El gobierno del Estado de Palestina está preparado y es capaz de asumir su responsabilidad hacia los hijos de nuestro pueblo en Gaza, pese a todos los desafíos, con la ayuda de nuestros hermanos y amigos”, declaró Mustafa en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty.
El acuerdo, que contempla un marco en dos etapas promovido por el enviado estadounidense Steve Witkoff, incluye:
- Una tregua inicial de 60 días.
- La liberación de diez rehenes israelíes vivos y restos mortales a cambio de 200 prisioneros palestinos.
- Retirada militar israelí parcial en el norte y este de Gaza, excluyendo Shuja’iya y Beit Lahiya.
- Ingreso inmediato de ayuda humanitaria y rehabilitación de infraestructura crítica, incluyendo hospitales, panaderías y servicios básicos.
Todas las facciones palestinas apoyan la propuesta, aunque persisten diferencias en torno a las garantías solicitadas por Hamás para asegurar la implementación de la tregua y la retirada completa de Israel de la Franja. Asimismo, el plan aborda la eventual expatriación de algunos líderes de Hamás y la formación de un comité administrativo para gestionar el enclave bajo supervisión israelí en materia de armamento y seguridad.
La presión internacional también se hace presente. Desde Egipto, Abdelatty subrayó la urgencia de un acuerdo frente a la grave crisis humanitaria que afecta a más de dos millones de habitantes de Gaza, muchos de los cuales enfrentan hambre y carecen de servicios básicos. “La situación actual sobre el terreno es inimaginable”, afirmó.
Mediadores árabes y Occidente han rechazado la reocupación militar israelí y enfatizan que los esfuerzos deben centrarse en la reconstrucción del enclave una vez alcanzada la tregua. La iniciativa cuenta con propuestas complementarias de figuras internacionales, como el jurista estadounidense Richard Falk y el presidente francés Emmanuel Macron, que sugieren el envío de una fuerza armada protectora legitimada por la ONU para garantizar la seguridad durante la transición.
El alto el fuego aceptado por Hamás marca un paso importante hacia la reducción de la violencia en Gaza, aunque el éxito del acuerdo dependerá de la respuesta de Israel y de la efectiva implementación de las medidas de seguridad y asistencia humanitaria acordadas por las partes.