27 DE FEBRERO: RECORDAMOS AL GRAN GERVASIO EN LO QUE SERÍA SU CUMPLEAÑOS 74
La vida, carrera y muerte de Gervasio, sin duda es algo que el público chileno recuerda, en el cual un día como hoy cumpliría 74 años desde su natalicio.
El cantautor de origen uruguayo desarrolló en nuestro país el grueso de su carrera musical, legando clásicos de la canción popular, como «Alma, corazón y pan» y «Con una pala y un sombrero». Su carrera avanzó desde la interpretación ligera pensada en hits para jovencitas a una auténtica canción de autor, que durante un tiempo lo vinculó al Canto Nuevo. Las confusas circunstancias de su fallecimiento, en octubre de 1990, constituyen hasta hoy materia de especulaciones.
José Gervasio Viera Rodríguez llegó a Santiago de Chile a fines de los años ’60, interesado en desarrollar aquí una carrera musical que ya acumulaba algunos logros en Montevideo. Dejaba atrás una conflictiva vida familiar, que lo obligó a pasar parte de su niñez en un hogar para menores, y abandonar los estudios a los 9 años de edad. Su primera presentación como cantante ocurrió de modo semiinformal, en 1965, mientras se empleaba en una oficina como junior. Según la biografía realizada por Canal 13 sobre su persona, desde entonces Gervasio «nunca más dejó la música, porque a través de ella logró relacionarse con la clase alta de Uruguay».
Viajó por primera vez a Chile en 1967. Ofreció entonces actuaciones en algunos clubes nocturnos y ganó un concurso musical de «Sábados Gigantes» con el tema «La mujer esdrújula». La amistad con el locutor Ricardo García lo ayudó a ubicarse en el circuito de promoción radial y televisiva. Así, y a un año de su llegada, su tema «La azafata» se convirtió en su primer éxito radial.
Pese a ello, Gervasio decidió seguir su vocación errante, y viajó por tiempo indefinido a Argentina. Allí consiguió un cupo en televisión e integró como primera voz el conjunto Los Náufragos (el de los hits «De boliche en boliche» y «Linda chiquilina»). Así lo recordaban sus compañeros de grupo en el citado reportaje televisivo: «El tipo, arriba del escenario, era una garantía. Como le gustaba a las mujeres, era tremendo. La capacidad de seducción de Gervasio es una cosa que realmente se ve poco».
En Buenos Aires se casó por primera vez. Abandonó temporalmente la música, pero el fin de su matrimonio (del cual nació su primera hija) lo hizo pensar en retomarla. Formó entonces un dúo con la cantante Helda Rosas, con quien trabajó y tuvo a su segundo hijo, Leandro. Cuando esa relación concluyó, Gervasio decidió volar nuevamente a Chile en 1982, esta vez de modo definitivo.
Si bien su posición política era de oposición a la dictadura, los versos de sus canciones preferían referirse a asuntos más amplios. En todo caso, su canto fue presencia regular en peñas y reuniones nocturnas, e incluso en marchas de protesta contra Augusto Pinochet. Quería legitimarse como un compositor adulto, lo más lejano posible al recuerdo que había dejado con «La azafata». De esta época son títulos suyos como «Collar de ranas», además de la popularización local de canciones como «Marcha de la bronca» (de Pedro y Pablo), «La colina de la vida» y «Sólo le pido a Dios» (ambas de León Gieco). Su nueva convicción social fue explicada del siguiente modo por el músico a La Bicicleta, en noviembre de 1982:
Decidido a hacerse escuchar en los mayores escenarios de la época, el cantautor se inscribió como representate de Uruguay para la competencia del Festival de Viña de 1983. Su tema «Alma, corazón y pan» consiguió ese verano el primer lugar; y es uno de los escasos ejemplos de premios trascendentes que han salido de esa competencia. Gervasio acumulaba un creciente seguimiento público y su presencia en televisión era constante. Para entonces ya convivía con la modelo Mónica Aguirre, y juntos acogieron sucesivamente a sus cuatro hijos: Yanara, Nahuel, Millaray y Lincoyán.
Se impuso más tarde con facilidad en el concurso televisivo de Martes 13 «Una canción para el invierno», en 1984, con su canción «Tiempo de muñecas», y en 1986 en ese mismo programa estelar – pero en una categoría especial que se llamó Premio Tradicional Nescafé – presentó un tema escrito en tributo a su padre, fallecido hacía poco por cáncer al pulmón, «Con una pala y un sombrero», que se convirtió en su composición más famosa. En ella, el autor se dirige a su padre campesino cuando ya el parte médico le ha diagnosticado poco tiempo de vida. El tema ha sido grabado por numerosos artistas, desde el Trío Inspiración a los raperos de Legua York y la cantante Palmenia Pizarro.
ACUSACIONES JUDICIALES Y POSTERIOR MUERTE
Pese al éxito, fue éste también un tiempo acechado por las dificultades. En mayo de 1984, el cantautor recibió la notificación de una acusación judical en su contra por el delito de «intento de violación» de una joven de 20 años de edad. Gervasio fue careado con la denunciante, quien confirmó allí sus dichos. En declaraciones públicas, el cantante calificó el hecho como parte de una operación de venganza política. La causa fue sobreseída diez meses más tarde por falta de méritos.
Dos años después, su nombre volvería a asociarse a un delito similar, reforzado todo en septiembre de 1988 por una tercera acusación de violación. De ambas logró el cantante ser absuelto por falta de pruebas. Pero tanta presión golpearía de modo definitivo su ánimo con una cuarta acusación de abuso sexual, a principios de 1990. La jueza a cargo del caso ordenó un examen psiquiátrico, cuya conclusión arrojó que el artista presentaba algunos rasgos anómalos de personalidad «de procedimiento impulsivo». Gervasio fue así detenido el 5 de marzo de 1990.
Permaneció cincuenta y dos días en la Penitenciaría de Santiago, de la que salió por fianza. A su salida, las escasas ofertas laborales fueron el reflejo de sus líos judiciales. El cantante apenas encontró trabajo en un restaurante de Maipú, y a la falta de dinero debió sumar los muchos trámites para cerrar el juicio en su contra.
El 30 de octubre de 1990 Gervasio debía presentarse ante la Corte de Apelaciones para carearse con la última joven que lo había acusado de violación. Sin embargo, dos días antes, a las siete de la mañana, su cuerpo sin vida fue encontrado colgando de una viga en una casa abandonada camino a Melipilla.
La primera versión que se difundió hablaba de suicidio. Pero Blanca Viera, su hermana, insistió en que se hiciera una investigación más exhaustiva. Se abrió una causa en 1996, la cual fue sobreseída en julio de 1998 por no poderse acreditar la intervención de terceros. En varios reportajes posteriores en torno al caso, Blanca Viera y Mónica Aguirre han contado de las amenazas y amedrentamientos que ambas recibieron en los meses posteriores a la muerte del cantante. En 2014, el libro ¿Quién más que tú? levantó con pruebas de la investigación del escritor César Parra la tesis de un asesinato.
El tiempo ha permitido que lo que perdure de Gervasio sea aquello en lo que invirtió mayor talento: sus canciones. Su hijo Nahuel debutó como músico en el 2003 con el álbum Huella, del grupo hip-hop Bajutopia, y también su hija, Millaray, ha mostrado su canto en recitales y musicales. Su hijo menor Lincoyán fue el cantante de Los Verdaderos Cabrera, banda que popularizó el cover de Gervasio » Baila conmigo» el año 2013.