En conversación con Vilas Radio, la directora ejecutiva del SLEP Tamarugal, Andrea Osorio, confirmó que el próximo 2 de enero de 2026 se concretará el traspaso definitivo de la educación pública en la provincia, dando inicio a una nueva etapa en la administración de 45 establecimientos educacionales bajo un modelo estatal especializado que busca garantizar el derecho a la educación de más de 7 mil estudiantes.
Este 02 de enero de 2026 no será un día cualquiera para la provincia del Tamarugal: será el punto de partida de una nueva era educativa, cuando el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) del Tamarugal comience oficialmente a gestionar 45 establecimientos escolares que hasta ahora dependían de municipios locales, poniendo fin a décadas de administración municipal y dando paso a un modelo estatal especializado que busca garantizar el derecho universal a la educación para todas las infancias y juventudes del territorio.
En Vilas Radio, la directora ejecutiva del SLEP Tamarugal, profesora Andrea Osorio, explicó con pasión y claridad los alcances de esta transformación, destacando que este proceso no se trata solo de un cambio administrativo, sino de un compromiso profundo con la calidad, la equidad y la participación de las comunidades educativas.
“La educación es un derecho fundamental”, señaló Osorio, y añadió que este traspaso busca que cada estudiante, sin importar su comuna de origen, tenga acceso a oportunidades de aprendizaje reales y pertinentes, en sintonía con los principios de la llamada Nueva Educación Pública instaurada por la Ley N° 21.040.
Un salto estructural: de lo municipal a lo local especializado
La implementación del SLEP responde a una reforma educativa que desplaza la responsabilidad de la administración municipal de las escuelas hacia una estructura estatal descentralizada, formada por servicios locales con un enfoque técnico-pedagógico y con la misión de reducir brechas territoriales y mejorar la calidad educativa.
El SLEP Tamarugal se hará cargo de establecimientos en Camiña, Colchane, Huara, Pica y Pozo Almonte, donde viven miles de estudiantes que ahora ven acercarse un modelo que aspira a fortalecer los aprendizajes y potenciar las oportunidades educativas en el norte chileno.
Hitos previos al traspaso
Durante los últimos meses, el equipo liderado por Osorio ha realizado un amplio despliegue territorial, visitando cada establecimiento para diagnosticar infraestructura, conversar con comunidades educativas, docentes y autoridades municipales, y establecer canales de confianza que permitan que este traspaso no sea un impuesto, sino una alianza experiencial.
Parte de esa preparación incluyó la formalización de aportes locales, como el reciente traspaso de 170 millones de pesos en mobiliario escolar por parte del municipio de Pozo Almonte, una muestra de colaboración que prepara el terreno para una transición ordenada y con foco en lo pedagógico y en el bienestar de las comunidades.
Expectativas y desafíos: más allá del 2 de enero
La implementación definitiva del SLEP Tamarugal también enfrenta desafíos que van más allá del simple cambio administrativo. Como explicó Osorio, la dispersión geográfica del Tamarugal, la necesidad de transporte escolar adecuado y la atención a necesidades de infraestructura, como la construcción o renovación de recintos escolares, serán tareas centrales del nuevo servicio en 2026.
Además, el traspaso no solo implica cambios en la gestión de los establecimientos, sino también un proceso de armonización laboral: según la normativa vigente, los docentes y asistentes de la educación no perderán sus derechos laborales ni beneficios, lo que comprende continuidad de su relación laboral, antigüedad y condiciones previsionales, un elemento que busca garantizar estabilidad durante la transición.
Mirada hacia adelante
Este traspaso se inserta en un contexto más amplio: a partir de enero de 2026, 10 Servicios Locales de Educación Pública entrarán en funcionamiento en todo Chile, ampliando la cobertura del nuevo sistema educativo descentralizado para fortalecer la educación pública en diversas regiones del país.
Para la comunidad del Tamarugal, el 2 de enero no será solo una fecha en el calendario; será el día en que la gestión educativa cambia de manos, pero mantiene su misión esencial: asegurar que todos los niños, niñas y jóvenes del territorio accedan a una educación de calidad, pertinente y con oportunidades reales de desarrollo personal y social.
La educación está a punto de dar un salto. Y este enero, el Tamarugal lo iniciará con una transformación que aspira a abrir puertas, acortar brechas y encender nuevas expectativas en cada sala de clase de su vasto territorio.
