
Han pasado 11 años desde que el terremoto de 2014 azotó la región de Tarapacá, dejando un rastro de destrucción y desolación. Sin embargo, aún hay 178 viviendas que esperan reparaciones, según informa el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu).
Estas viviendas, ubicadas en la región de Tarapacá, sufrieron daños graves debido al terremoto y sus dueños viven un verdadero drama.
TERREMOTO 2014: UN EVENTO DEVASTADOR
El terremoto de 2014 ocurrió el 1 de abril de ese año, con una magnitud de 8.2 grados en la escala de Richter. El epicentro se ubicó a 89 kilómetros al suroeste de la localidad de Cuya y a 83 kilómetros al noroeste de Iquique. El terremoto causó daños significativos en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, y provocó un tsunami que afectó la costa de Iquique.
El evento telúrico duró aproximadamente tres minutos y fue seguido por varias réplicas, incluyendo un sismo de 7,7 grados en la escala de Richter que ocurrió al día siguiente. El evento telúrico también causó cortes de energía eléctrica y de agua potable, y daños en las vías de acceso entre Iquique y Alto Hospicio.
DAÑOS ESTRUCTURALES AYUDA ECONÓMICA INSUFICIENTE: UN PROCESO LENTO Y COMPLICADO
Las viviendas dañadas presentaron daños estructurales graves, como socavones, quebraduras en las paredes y deslizamientos.
Aunque el Serviu asegura haber cerrado el 98% de los casos con subsidios entregados, persisten problemas técnicos, financieros y administrativos que mantienen a los afectados sin soluciones para sus viviendas.
La reconstrucción de las viviendas dañadas es un proceso lento y complicado que requiere la coordinación de varias instituciones y la participación activa de los afectados. Es importante que se continúe trabajando para encontrar soluciones efectivas y duraderas para las familias afectadas por el terremoto de 2014.